3. Niwari [Prisoner]

407 33 5
                                    

En una habitación oscura donde apenas la llama en el pabilo de una vela iluminaba entre la penumbra, un esqueleto yacía inmóvil sobre el suelo, aunque intentase moverse no podría hacerlo tras todo lo ocurrido desde su fatídico encuentro con aquel que ahora le mantenía cautivo.

Tan sólo se aferraba a su ropa, ya toda desgastada, la tela antes fina ahora estaba roída dándole un aspecto miserable al pobre ser que muy apenas se mantenía despierto.

Y entonces, entre toda sombra y quietud, el cuarto se vio de pronto iluminado tras el chirrido de la puerta de dicho espacio. Pasos haciendo eco se aproximaron lentamente hacia aquel que, con notorio esfuerzo, buscaba levantarse para encarar al recién llegado mientras que éste por su parte se agachó para tomarlo del mentón, mirándolo indiferente.

Nightmare, aquel Sans tan temido en todo el multiverso, estaba ahí frente a aquel pobre que cometió el error de meterse en su camino.

Tan sólo ver a aquel ser de oscuridad sacar un frasco con un líquido violeta neón, hizo a Owari estremecerse e intentar zafarse, más era tarde y lo sabía.





— ¿No piensas tomar tu medicina? —cuestionó el mayor, cambiando el modo en que sostenía el rostro ajeno para ahora apretarlo de tal modo que le forzó a abrir la boca, logrando su objetivo de introducir aquel líquido en su boca para luego obligarlo a tragar —Buen chico~, ¿ves que no fue tan difícil?


Apenas le soltó, Owari comenzó a toser bruscamente, a la vez que temblaba debido a las diversas sensaciones que ahora recorrían su cuerpo tras ingerir aquel amargo brebaje.



— No estuvo tan mal, ¿o sí? —Nightmare se puso de pie, dispuesto a irse; deteniendo su andar al sentir cómo era sujetado de su pierna.

— Por... p-por favor —jadeó con algo de saliva escurriendo desde su boca, dándole un aspecto entre deplorable y erótico —... no te vayas~, por favor... hah~...

— ... dilo, entonces me quedo.



Owari se mordió la lengua. Su cuerpo ardía de tal forma que dolía mucho, necesitaba calmar aquel malestar de una vez, teniendo que tirar a la mierda el poco orgullo que hasta la fecha le quedaba.



— Te... te necesito, Nightmare —gimió llevando sus manos esta vez hacia su zona pélvica.




El mayor sonrió. Tenía razón, el cuerpo de Owari jamás se acostumbraría a las dosis de drogas que usaba en él. Esta vez, por tratarse de una ocasión especial, le había proporcionado un potente afrodisíaco que obligó a alguien que preparara especialmente para que la diversión no terminara tan pronto como en veces anteriores.




— Feliz aniversario —amplió su sonrisa con sorna, arrodillándose para estar de la altura del menor que jadeaba sin control mientras le veía fijamente —, ya has soportado todo un año aquí... eres alguien realmente especial~









Owari continuaría siendo el único prisionero del que Nightmare jamás lograría aburrirse; y lo dejaba muy claro al darle el honor de ser su... esclavo para disfrute personal.

Sólo él podía tocarlo, hacerlo suyo, marcarlo totalmente hasta que éste se rindiera y cayera completamente a sus pies.

Sanscest drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora