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"Ya llegó la clienta que te habló esta mañana" Jin le dice inclinándose para que lo escuche desde donde está acostado debajo de un camión.

"Está bien, ¿puedes recibirla, por favor, hyung? Estoy terminando algo aquí" Taehyung responde.

"Claro" Jin dice y se pone de pie dirigiéndose hacia la mujer que los llamó muy temprano diciéndoles que quería llevarles su auto porque no sabía qué problema que tenía.

Taehyung escucha a Jin hablando con la mujer en murmullos bajos mientras trata de terminar rápido lo que hace y luego escucha una voz que se alza encima de ellos diciendo "¡No quiero estar aquí! ¡Jungkook me está esperando para ir al karaoke!"

Taehyung sonríe un poco sin saber si es porque la voz es bastante áspera como para ser un niño, aunque suene como tal o porque... ¿karaoke? ¿En serio? Solo los niños ricos.

"Hoseok" la mujer dice esta vez en voz más alta también. "Si ya dejaste a Jimin en Busan ¿por qué sigues obsesionado con cantar cuando ya te hemos dicho que no sabes hacerlo? Él era el único que sabía"

"Tú no tienes oído para música, yo sí sé cantar, Jungkook me está esperando ¡yo debería estar con él ahora!" exclama de nuevo el chico. Taehyung no sabe porque sus manos se mueven más rápido sobre el camión.

"Pues aquí te quedarás hasta que arreglen el auto y lo lleves a casa. Yo no puedo quedarme porque tengo compromisos" escucha que la mujer dice.

Quizás sea su madre, Taehyung supone, pero el chico no le habla como a una madre. Aunque bueno, Taehyung casi no recuerda haber tenido una, siendo criado por su abuela pero a ella nunca se hubiera dirigido así.

"¡Yijoon!" el chico exclama y Taehyung sabe ahora que definitivamente no es su madre. "Hay cientos de personas que pueden hacer esto para ti"

Típicos niños ricos.

"Ninguna de esas de personas se estaba besuqueando en mi cama con su novio" retruca la mujer.

"¡Aish! Como si no besaras a mi padre en tu cama también" el muchacho se burla y Taehyung vuelve a sonreír.

"Hoseok, esta no es una conversación que tendremos aquí" apenas escucha que la mujer dice, seguro dirigiéndose a Jin. "Lo siento...niños"

"No se preocupe" Jin responde tan amable como solo Jin logra serlo.

Taehyung finalmente termina y luego se arrastra debajo del camión, se limpia un poco las manos con un trapo (aunque no puede hacer mucho) pero es que las señoras ricas y elegantes suelen mirarlo de forma demasiado despectiva si se ve demasiado sucio así que siempre trata de verse menos sucio al menos.

No es que a Taehyung le importe pero...a veces incluso si no importa, duele un poco.

Él no pidió esta vida. Si fuera por él sería presidente de Corea...bueno, debido a la situación política quizás no, pero no pidió ser un mecánico huérfano con responsabilidades más grandes que sus sueños.

Sacude la cabeza alejando pensamientos que no le hacen ningún bien (ni los deseos imposibles ni la melancolía traen buenas cosas) y voltea hasta donde Jin está hablando con la clienta para hacerse cargo de ella.

Lo primero que ve es al chico.

Y en realidad, lo siente antes que verlo.

Su muñeca comienza a doler y no tiene que mirar el reloj para saber que se ha detenido porque ha oído mucho de esto y aunque lo haya oído, de hecho, nada de compara con sentirlo, con vivirlo, con ser parte de.

La sucia toallita cae de sus manos y sus pies dejan de moverse mientras sus ojos quedan fijos en el muchacho rubio con expresión enojada, ojos marrones que brillan traviesos con ira mientras se muerde un dedo atrapado entre los dientes delineados con hermosos labios rosados y frunce la nariz con disgusto.

Taehyung está seguro de que ha conocido gente más hermosa pero su corazón le dicta que no, que nunca ha visto una criatura más bella, más perfecta, más hecha para él.

Siente sus labios extenderse en una sonrisa enorme y parpadea con rapidez mientras vuelve a caminar un poco, pasito a pasito y este pequeño momento, en un taller mecánico, como nunca lo imaginó, se siente como si fuera para lo que el mundo lo preparó.

Su muñeca realmente duele porque es así como se siente antes de unirte a la persona que te hará feliz y con quien serás feliz el resto de tu vida y es un dolor hasta placentero porque todo lo demás es hermoso.

Taehyung tiene una hermana de 21 años, dos hermanas de 11. Dos primos más pequeños. Un abuelito enfermo del que debe cuidar. Una abuela que es su estrella en el cielo. Tiene un futuro duro y sacrificado porque está atado a este trabajo que es lo que más ganancias le da para darle lo mejor a su familia y ha olvidado sus sueños de adolescente en su adolescencia.

Si nunca se deshizo de su reloj fue porque su abuela le prohibió que lo hiciera pero Taehyung realmente nunca esperó que alguien en la vida estuviera hecho para él y que un día, fuera capaz de conocerlo y en realidad, esta persona le gustara.

Este chico, (Hoseok, su mente le dice) le encanta, como se supone que debe ser, como dos personas deben sentirse cuando conocen a su alma gemela, como pasa cuando dos relojes se detienen al mismo tiempo, en el mismo lugar, en el momento exacto.

Hoseok es suyo. Taehyung es de Hoseok.

"Oh" apenas escucha que Jin murmura cuando él ya se está acercando más a Hoseok. "Él es quien se hará cargo de su auto. Se llama Kim Taehyung"

Sus oídos apenas captan que la señora lo saluda porque está demasiado ocupado esperando oír lo que Hoseok tiene que decirle.

Nunca lo oye porque los ojos almendrados se levantan para mirarlo y aunque hay dos segundos en donde sus labios parecen reflejar la sonrisa de Taehyung, lo que sucede finalmente es que Hoseok lo mira de arriba a abajo y luego voltea, echándose a correr.

"¿Hoseok? ¡Hoseok, vuelve aquí!" la mujer lo llama y la sonrisa en los labios de Taehyung se congela.

Esto no es como se supone que debía ser. 

¿Dos almas gemelas?, Vhope, Junghope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora