Micaela se encontraba sentada en el piso, apoyada en la puerta del baño; sus ojos rojos daban a entender que estuvo llorando, mucho, por horas.
por su mente pasaba: nada tiene sentido, si me voy nadie lo notará.
»Ivo si« le avisó su subconsciente.
volvió a mirar el frasquito de pastillas que tenía en su mano y apretó sus ojos con fuerza. abrió la tapa y se las tiró a todas en la boca.
agarró el revólver y se lo puso en la boca; cerró sus ojos y las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas.
» perdón ivo.« pensó.
le sacó el Seguro y Suspiró; apretó el gatillo dando por terminada su vida.