03.

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Ivo se había despertado, sudado y con imágenes horribles en su mente.

había soñado con su hermana. ¿que hubiera pasado si él se entraba allí en ese momento?

la culpa lo carcomia por dentro.

Su respiración estaba agitada.

— amor — habló Julieta mientras le tocaba la espalda.— ¿estás bien?

Khea negó.

— Soñé con mí Hermana— la miró. Ella hizo una mueca.— quiero decirle que la Quiero, y que la extraño. Yo sé que todo ésto fue mí culpa.

Julieta negó rotundamente.

— no es tu culpa.— besó su mejilla.— ayer agarraste la tabla para hablar con ella, ¿no?— Khea asintió.— probá de vuelta. Me quedo con vos.

Ivo le sonrió y la abrazó.

— ésta noche — Cazzu asintió.

(...)

Khea se encontraba bañándose; luego enjuagarse el pelo cerró la ducha. Salió de ésta y agarró una toalla para secarse.

envolvió la toalla en su cadera y se miró al espejo.

Se veía raro. El ruido de la ducha prenderse nuevamente lo Hizo salir de su transe, se acercó a ésta y la cerró bien.

volvió a mirarse al espejo y vió como una sombra oscura pasaba detrás suyo.

abrió sus ojos más de lo normal y miró hacia atrás; no había nada.

su respiración se había vuelto agitada nuevamente.

— Ivo, ¿estás bien?— Cazzu tocó la puerta.

abrió ésta y salió del baño.

— estoy bien— habló.

caminó hacia su pieza y se comenzó a cambiar.

Cazzu se encontraba cocinando, abrió la heladera y sacó una bolsa, con verduras dentro.

las comenzó a lavar, sentía una respiración pesada en su nuca, miró hacia atrás y nadie se encontraba allí. Confundida terminó de lavar todo y lo dejó a un lado.

— me falta la Sal.— murmuró mientras buscaba en la alacena.

caminó hacia un cuarto, allí se encontraba la despensa, abrió la puerta dejándolas abiertas par en par. y comenzó a buscar en el estante la sal.

cuando por fin la encontró, las puertas se cerraron fuertemente.

pegó un grito del susto.

— Khea, ¿fuiste vos?— preguntó. Nadie respondía.— dale boludo, no es gracioso.— habló mientras intentaba abrir.

—!Juli!— gritó Khea.— correte de ahí— habló.

khea hacia fuerza con su cuerpo para poder abrir.

— espera un minuto— acotó.

salió al patio trasero y agarró un machete.

volvió a entrar a la casa y comenzó a pegarle a la puerta. ésta se rompió y Cazzu pudo salir.

— Khea, tengo miedo— habló.

❝ouija❞ ; khea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora