El regreso

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Just close your eyes, the sun is going down
You'll be alright, no one can hurt you now
Come morning light, you and I'll be safe and sound

***
El viaje parecía volverse eterno, a cada segundo el dolor se hacía más fuerte y los recuerdos aun más nítidos,no podía creer lo que había sucedido tan sólo unos momentos antes, la venganza de una niña, un disparo inesperado y una triste despedida, eran las únicas cosas que rondaban en la mente Connie en ese momento, haciéndolo perder la noción del tiempo mientras se encontraba sentado en uno de los costados del dirigible, observando el inerte cuerpo sin vida de Sasha, recostado en el suelo del dirigible, con aquel apresurado intento de vendaje que no había podido detener la hemorragia,su cabello alborotado, sus grandes ojos cerrados y su ahora pálida piel que reflejaba la inevitable situación.
- Hemos llegado, levántate- le dijo una voz a un costado de Connie, siendo este Jean, al que se le notaba la mirada perdida, grandes ojeras bajo sus pequeños ojos
- ¿A donde hemos llegado?- pregunto Connie, ausente.
-Al muro Sina, Hanji creé que será más fácil transportar a los capturados a la corte y reducirles sus probabilidades de escape- respondió Jean con desgano- Será mejor que bajemos ya, aún tenemos cosas que hacer-
-Aun no lo puedo aceptar Jean, quisiera pensar que me está jugando una broma y que en cualquier momento se levantará para asustarme- Dijo Connie, al momento en el que se le nublaban los ojos con lágrimas- No se como les diré lo que pasó-. Dicho esto Connie soltó un sonoro sollozo, generandole un nudo en la garganta a su amigo, haciendo que este colocase su mano sobre el hombro de Connie.
-Vamos, ya nos tenemos que ir, aun tenemos que acompañar a los demás- Replicó Jean, haciendo lo posible para que no se le quebrara la voz mientras que observaba como su amigo se acercaba lentamente al cuerpo de Sasha para poder cargarlo y bajar del dirigible
- ¿ Y ahora que hay que hacer?- preguntó Connie, con lágrimas en los ojos
- Dejarla ir-
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- Vamos tienes que comer- Repitió Jean por enésima vez, intentado hacer que Connie comiera algo.
El regreso a la isla fue caótico, intentando pasar desapercibidos para evitar crear un conflicto debido a los nuevos aliados y personas capturadas en aquella expedición, sin contar las bajas que se tuvieron, las cuales, aún siendo menores que en algún otro tiempo, habían sido significativas, las cuales fueron informadas a la reina, la cual prometió un debido homenaje para los caídos, el cual se llevaría a cabo al día siguiente, por lo cual la Legión de reconocimiento decidió retirarse al cuartel para poder comer algo e intentar despejar su mente de lo que había pasado y de lo que pasaría después, siendo también que se haría publicación el encarcelamiento de Eren por no haber seguido el plan original y haber causado formalmente una guerra entre el reino de Eldia y Marley.
-me tengo que ir ahora o no regresaré a tiempo para el homenaje- dijo Connie en un susurro casi inaudible.
-¿ Quieres que te acompañe?- preguntó Jean, el cual apenas había logrado escuchar lo que Connie había dicho, notando como su amigo se levantaba de la mesa, dejando su plato aún con la comida intacta en el.- No creo que sea algo que puedas hacer solo-
- No gracias, puedo hacerlo solo-.contestó Connie, intentando mantenerse firme
-Suerte-. Le deseo Jean mientras veía como su amigo se alejaba.
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El trayecto desde el cuartel hasta la aldea de Dauper fue corto o al menos así lo sintió Connie mientras su nerviosismo aumentaba.
Llegó pasado el medio día a el pequeño bosque que rodeaba la aldea, se adentró a él hasta llegar a un pequeño claro en el que se encontraba una pequeña y pintoresca casa rústica, rodeada por algunos arbustos con flores, a los cuales se les notaba que algunas flores habían sido cortadas.
Se acercó a la puerta para tocar, pero noto que la puerta se encontraba entre abierta así que entró y la escena que vio ante si hizo que le diera un vuelco el corazón.
En el suelo se encontraba sentado el padre de Sasha, con una maltrecha corona de flores en su cabeza, la cual estaba hecha con las flores que habían sido cortadas del jardín y a su lado una pequeña niña de tres años de edad, de brillantes ojos color avellana y oscuro cabello castaño, que se encontraba trenzado torpemente otra corona de flores.
- ¡Papá!- Exclamó la pequeña niña al ver a Connie mientras soltaba la corona y corría hacia sus brazos, el cual se arrodilló para poder quedar a la altura de ella- te extrañé mucho- se acercó a él oído de Connie para susurrarle- y aunque no lo creas el abuelo también te extrañó-. Dicho esto, la pequeña niña se separó un poco de el para preguntar, casi al unisono que el padre de Sasha
-¿Dónde esta mamá?-
- ¿Dónde esta Sasha? -
Al escuchar eso, Connie abrazó con fuerza a su hija, intentando contener el llanto, sintiendo como si se quebrara por dentro.
- Lo siento- respondió Connie entre sollozos- lo siento, pero ella ya no está con nosotros- dijo antes de empezar a llorar.
El rostro de el padre de Sasha palideció a la vez que intentaba contener el llanto,observando como su yerno lloraba mientras abrazaba a la pequeña, la cual no parecía entender lo que sucedía.

Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora