Conociendonos

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Pasamos un rato más en el restaurante hablando de diferentes cosas y conociéndonos un poco más.
Mire la hora y supe que mi padre me apuñalaría si no me iba ahora mismo.
-Christian ... lo siento pero tengo que irme- me levante y deje dinero en la mesa.

  -Está bien... yo te llevo- quito el dinero de la mesa y me lo puso en la mano- Pero... yo pago. 
Mi casa no quedaba muy lejos de allí así que nos fuimos caminando.

  -Y cuéntame- exclamo- ¿Con quién vives?
-Mmm... con mi hermano y mi padre. 
-¿Y tu madre?
-Ella nos abandonó cuando yo apenas tenía dos años...
-Oh-Christian metió las manos en sus bolsillos algo incómodo.
-Pero no te preocupes- enganche mi brazo al suyo- Ella no es tan importante.  Me sonrió cálidamente. Jamás me cansaría de verlo sonreír. 
-¿Y tú con quien vives?
-Con un amigo.
-¿Sin esposa ni hijos?- intente no sonar tan interesada. 
-Sin esposa ni hijos- asintió.
-¿Y tu familia? 
-En Londres...   

¿En Londres? Ohhh ahora empiezo a entender porque me lo quieres meter por los ojos querido Dios. 
  -Ah- comprendí- Así que eres de Londres... creí que eras de aquí.
-Vivo aquí hace 2 años. 

-¿Y porque no te quedaste en Londres? Con tu familia.
  -Es que hubieron ciertos problemas...

  -¿Con mujeres tal vez?- bromee.  Su semblante cambio y se tensó.    ¡Estúpida!  
-Lo sientoChristian no qu...
-No te preocupes- interrumpió- Ahora que estamos en confianza, quiero contártelo. 

  ¿Quiere? Awww... Cuéntame lo que quieras.

   -Me vine para Nueva York por problemas emocionales... hace dos años iba a casarme con una grandiosa mujer, yo estaba muy enamorado de ella, daba mi vida por ella- sentí un estrujón en el pecho, sonaba tan lindo- Pero ella no era lo que yo pensaba, el día de nuestra boda, ella me dejo plantado, con una absurda carta diciendo que desde hace algunos meses había estado viendo a alguien y que lo sentía mucho pero que ya no sentía lo mismo por mi... Eso me rompió el corazón por completo...

  -Que bruta- susurre por lo bajo. 
-¿Dime? 
-No... no... Que mal- disimule.
-Lo sé- bajo la cabeza. 

  ¡Qué mujer tan idiota! ¡¿Cómo se le ocurre dejar a tremendo hombre por alguien más?! ¡Qué bestiaaaaaa!

    -Y por esa razón decidí venir a Nueva York a buscar nuevas oportunidades... si me quedaba en Londres me volvería loco... todo me recordaba a ella...- concluyo.

  -Suele pasar- coincidí- A veces es bueno cambiar de ambiente por un tiempo.  Él me miró fijamente. 

-¿Y tú... tú tienes novio? Apuesto a que sí.  Me reí frunciendo el ceño.
-¿Por qué crees que si?
  -Porque eres una chica muy bonita...alegre, amable y muy divertida.  Sentía que se me estaba estallando el corazón de la emoción.
-Pues no... no tengo.
Ambos nos miramos a los ojos y empecé a reconocer el lugar por donde caminábamos. 

-¡Ay oye! Yo vivo por aquí- desperté de su hipnotizante mirada y ambos reímos.  Empecé a mirar las casas.
-Espero no me haya pasado- murmure. Christian me miraba fijamente mientras nos acercábamos a mi casa. Me sonroje y baje la cabeza en risas.
  -¿Por qué me ves así?- él rio.
-No creí que fueras tan... agradable Ana ... pasar tiempo contigo es muy gratificante. 
  Me mueeeeeeeeeero!

    -¿Entonces como creías que era? ¿Una bruja loca? ¿Una psicópata?  Ambos soltamos una carcajada.

-Nada de eso- sonrió enormemente- Me refiero a que no te imaginaba tan increíble... es que eres demasiado interesante y demasiado divertida.
  -Pues en cambio yo si te imaginaba a ti así tal cual.  -¿Cómo?  -Amable, comprensivo, caballeroso, divertido y una gran persona. 

Nos quedamos mirando a los ojos pero baje la mirada al darme cuenta de que ya habíamos llegado a mi casa.
-Gracias por acompañarme- me sonroje- Aquí es...  Miro por encima de mí.
-Vaya casa- alzo las cejas.

-Bueno...- presumí- Mi padre es policía.  Intente asustarlo.
  -Entonces debe estar espiándonos...- agudizo la vista mirando hacia las ventanas.
-Quizás.

-Entonces es mejor que me vaya.  Ambos reímos e intercambiamos números para cualquier emergencia o simplemente hablar como buenos amigos. Al despedirnos fue algo medio incomodo, no sabía cómo acercarme a él y sentía que me iba a dar un infarto, finalmente le di un beso en la mejilla al igual que él a mí y luego espere a que doblara la esquina. Entre a la casa y me recargue en la puerta sonriendo como estúpida.
-Bonitas horas de llegar Anastasia - prendió la luz mi papá y me sobresalte.
  -¡Papá! ¡Casi me muero! ¿Qué haces despierto a esta hora? 
-Esperando a los reyes...    ¡Esperen! ¿Billy no ha llegado?







Lo siento por no haber podido publicar pero aquí esta😎

La Alumna Favorita Del ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora