»Capitulo 2«

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Pasaron horas de haber platicado con » Drew «. Este chico era estupendo, quería saber más de la persona que estaba detrás de la pantalla, no quería que solo fuera un par de charlas si no que también fueran físico, de una forma, ¿Normal?

Roleamos un rato, era mi primera vez roleando y el lo sabia, dijo que e enseñaría a rolear un poco. Aunque a decir verdad, si era como en los libros, ya sabría como hacerlo.

» -Princesa.- murmuro con una voz dulce y tierna en mi oído, acariciándome los hombros.

+¿Acaso le dices princesa a todas? –lo mire por encima del hombro, ya que se encontraba a mis espaldas.

-Todas las mujeres son princesas.-dijo cerca de mi cuello, besándolo suavemente.

+¿Soy otra de tus victimas? –traté de averiguar sus intenciones, nada. Era un libro cerrado. Solo hablábamos de mi, él no, solo yo. Tanta atención hacia mi, me atosiga.

-Tu eres más especial. Apenas nos conocemos, pero tienes ese “no sé que” que me encanta. –murmuro en mi cuello sin dejar de besarlo.

+-Enarque mi cuello dándole más espacio para besar, jadeé levemente al sentir una pequeña mordida.- No hagas eso.. –dije con la respiración un tanto agitada.

-¿Qué? –dijo sarcásticamente, volvió a morder mi cuello un par de beses, sujetándome de la cintura me apego a el suavemente.

+¿Tratas de matarme? –alcance a decir con dificultad, trate de zafarme de su agarre, imposible.

-Vamos, esto te gusta. –dijo con una voz, un tanto… ¿seductora?.

+Estas loco.  –logré voltearme de frente a el, poniendo mis manos en su pecho, levanté la mirada lentamente con algo de miedo para encontrarme con unos ojos, sumamente hermosos.

- -paso la llema de su pulgar por el contorno de mi mejilla hasta mi barbilla, acariciándola suavemente. Me estremecí al sentir su piel en la mía.- Perfecta.

+¿Yo? Si claro. –rodé los ojos. Esos halagos, de los que quería escapar, ahí estarían siempre.

- ¿Acaso no crees en ti misma? –me miro fijamente a los ojos. Con esos ojos, ¿Cómo era posible seguir concentrada?

+-miré sus labios mientras me hablaba. Quería besarlo, apenas nos conocíamos, pero quería. Labios malos, resistan un poco. Logré recordar lo que me había dicho, después de unos segundos.- No. –murmure desviando la mirada hacia su pecho, en donde se encontraban mis manos.

- Pero, que.. ¿Por qué? –seguía su mano en mi barbilla, alzo mi cara, hasta que nuestros ojos se encontraron.

+-encogí los hombros, pase mis manos alrededor de su cuello acariciando su nuca suavemente.- No hablemos de eso.

- -soltó un leve jadeo al rozar mis dedos con su nuca. Punto débil.- No, ahí no –logré notar como se estremecía y arqueaba su espalda un poco.

+¿Por qué no? ¿Punto débil? ¿Atine, cierto? –solté una risita al decir lo ultimo. Quería averiguar sus puntos débiles, en un futuro me servirían.  ¿Futuro? ¿Pienso en un futuro con él? Imposible Tay, no puedes. «

Ese pensamiento, fue lo que rompió el encanto. Traté de seguir, no pude. Pensaba que él y yo no tendríamos futuro. ¿Cómo podría seguir con el? Teniendo dos ogros como padres. A veces sentía que ellos no eran mis padres, sentía un afecto mayor por la sirvienta, esperen… ¿Qué? ¿La sirvienta? ¿Mi madre? Que cosas digo, ya diría yo que papá se meta con alguien de bajo nivel. Y mamá ¿Seguiría con el? Escuche alguna vez que papá le fue infiel, pero no creo, papá no sería capaz. Incluso había una foto de papá y una señora… esperen, la sirvienta, era ella. Dios mio.

Me despedí de Drew, diciéndole que tenia examen. Mierda el examen de la Señorita Morgan. Lo olvide por completo.

(…)

Desperté a las 5:30, tenía que ir presentable a la escuela y claramente llegar temprano. Pero nadie debía enterarse que estaba estudiando para un examen. Las plásticas no estudiaban, solo pagaban para pasar las materias y amenazaban a las personas para que les pasaran las respuestas y eso. Yo mentía, decía que él chico, él que me encuentro en la biblioteca hacia mis tareas, me mandaba las respuestas por textos. Pero, a decir verdad seria una fortuna poder hablar con él.

Tenía algo que llamaba mi atención, jamás lo vi en la cafetería con alguien a su lado. Siempre estaba solo, con un libro en la mano, incluso una vez lo vi con el libro “Los ojos de mi princesa”.

Iba tan metida en mis pensamientos, tropecé con alguien en el pasillo, tirando mis libros. Todos alrededor voltearon a ver ¿Qué esperaban? ¿Qué lo matara?

Sonreí al chico, dios mío. Tenía una cara de miedo, estaba más asustado que una rata acorralada por un gato. » Joder. « Alcance a escuchar departe de el. » Tranquilo, esta bien. « Murmure, agachándome a recoger mis cosas. No iba con una plástica, eso era bueno ya para él. Yo no haría nada en su contra, pero ellas si.  

-Lo..lo siento no era mi inteción.- jadeo con un poco de miedo. Se notaba el miedo hasta en sus ojos.

- Tranquilo, esta bien. No voy a matarte. – solté una sonrisa, tratando de calmarlo.

-¿Se..segura? –su respiración no estaba muy bien, se podía ver en sus ojos como si sintiera que su corazón se le fuera a salir del pecho en cualquier instante.

-Espera, tu. –tape mi boca con una gran sonrisa.- ¿Podemos hablar un segundo? A solas. –grite esas ultimas dos palabras, era para todas las demás personas que esperaban una masacre ahí.

La multitud se iba de todo el pasillo. Terminé de recoger mis lapiceros y mis libretas.

Jalé al muchacho con de la mano. Un roze, todo lo que necesitaba. Lo conocía y no sabía de donde. Miles de mariposas revolotearon e mi interior. » Basta Tay. « murmuro una voz dentro de mi. » Tu otra vez, cállate. Déjame ser feliz. «

Llegamos a la biblioteca, lo miré. Su expresión aún era de miedo. ¿De verdad creía que lo mataría?

-Solté su mano suavemente, lo miré con una sonrisa. Esta vez no era fingida.- No te matare, si es lo que piensas.- Logré decir por fin.

- Eso espero. ¿De qué querías hablar? –dijo tratando de tranquilizar su respiración.

-Pues, esto es raro. Pero, siempre te he visto en la biblioteca. Y antes de que preguntes, si, si voy a la biblioteca. Y siempre he querido hablarte pero me dejas sola.

-Es solo que, siendo una plástica. A nosotros los nerds, es difícil confiar en ustedes.

-Pero no los vamos a matar, al menos yo no.

-Una de cinco. Las otras si quieren matarnos.

-En fin, solo es una simple pregunta. » ¿Simple? ¿Estás loca Tay? Esto es importante« ¿Cuál es tu nombre?

-¿Solo eso? ¿No tareas? ¿No trabajos? ¿Cuál es el truco a todo esto?

-Nada, simplemente quiero saber tu nombre. He visto que lees “Los ojos de mi princesa” no es que te espié ni nada, pero me he fijado mucho en ti. –sentí como mis mejillas se tornaban rosado.- No..no en el modo de que un chico y una chica.. –tartamudeé al tratar de decir.

-Tranquila, princesa. Mi nombre es Matthew. Matthew Robinson. –sonrío amablemente, que me hizo sonreír inmediatamente.

-Taylor. Taylor Figgens. –dije con una sonrisa de lado a lado. » Como si no te conocieran, plástica. « Esa voz en mi cabeza, ¿Alguna vez me dejaría en paz? ¿Quién era? ¿Pepe el grillo? 

Diario de una ciber-noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora