19

27 3 0
                                    

La habitación estaba oscura y en silencio, lo único audible eran unos pequeños sollozos que salían de mi, esos sollozos se hacían cada vez más fuertes, convirtiendose en gritos de ira.

Empiezo a perder el control sobre mi misma, gritos, lágrimas, sollozos...
De un momento a otro ya estoy empezando otra vez a golpear las paredes, haciendo de mis nudillos sangre.
Y sin darme cuenta ya estoy con cuchilla en mano,
un corte limpio, la sangre empieza a brotar,
otro más por no saber hacer nada bien
otro por no ser la persona perfecta que todos queréis que sea,
solo uno más, siempre es uno más
Empiezo a perder la noción del tiempo, mis muñecas y piernas no dejan de brotar sangre,
siento como mi alma podía salir por esas heridas, me mareaba, estaba apunto de desmayarme.
Sentía mis piernas temblar dejando caer todo mi cuerpo al suelo.








¿Por fin acabaría todo esto?























No, aún me dejaría sufrir más por que no era bastante.












SENTIMIENTOS DE TRES IDIOTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora