Desperté rodeada por las extremidades de Harry, recuerdo haber oído “nada ocurrirá mientras estés conmigo, ______”, como sus últimas palabras luego de quedarme profundamente dormida.
–– Harry —Comencé a tocar su rostro—. Harry.. —canté su nombre y llevé mis manos a su ondeado cabello para jugar con él.
Exhausta de esperar a que despertara, tiré una de sus ondas.
–– ¡Hey! —Se quejó—. ¡Dolió!
–– Lo siento, pero no despertabas y creo que ya es hora de irse.
No tenía reloj, pero por costumbre, no lo necesito para despertar durante las mañanas. Harry volteó y miró su móvil o iPhone, lo que sea.
–– Tienes razón —bostezó—. ¿Cómo te sientes?
–– Creo que... ¿mejor? —sonreí.
–– ¿Estás en condiciones de ir al instituto? —asentí—, bien, me daré un baño, luego sigues tú, ¿vale?
— Vale.
— Descansa un tiempo más.
–– Claro, gracias.
Mientras Harry se daba un baño, me recosté en la cama, me sentía sucia y tocada por ese horrible cerdo de ayer. No tuve la oportunidad de asearme antes, ya que tenía las mínimas fuerzas posibles.
–– Puedes darte un baño ahora —dijo Harry entrando a la habitación con tan solo una toalla en su parte baja, mis mejillas comenzaron a tomar color rojo carmesí.
–– Cla.. claro..
–– ¿Te vuelvo nerviosa? —sonrió de lado.
–– ¿Qué? —reí irónicamente—. No, en un millón de años —bufé.
Claro que estaba nerviosa con él en tan solo una simple y delgada toalla.
Se acercó más a mi rostro, haciendo que comenzara a temblar.
–– Debo.. debo ir a ducharme.. —musité bajando la mirada y retirándome de su habitación, pero antes de aquello, sentí unas grandes manos rodearme por la cintura—. Duele —mordí mi labio inferior. Ahí había un morado.
–– Lo siento —me soltó—, no.. no fue mi intención.. puedes ir a darte un baño —bajó la mirada.
–– No te preocupes.
Intenté sonreír pero el dolor era insoportable y aún me tenía nerviosa que solo una toalla cubriera el cuerpo desnudo de Harry
— Si me disculpas... —murmuré caminando por su lado.