Prólogo

1 0 0
                                    

Y ahí estaba, igual que siempre, con su sonrisa, sus ojos verde cielo y sus rulos moviéndose por el viento. Y ahí estaba yo, mirándolo como lo miré desde el primer día. Y ahí estaba la distancia, esa barrera, la que siempre nos separó adelante de todos y que quizás algún día, solo si él lo quisiera, se podría romper.

Begin againWhere stories live. Discover now