Carta a Ramiro #1

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07 de mayo de 2018

Ramiro: 

Hola Rama, hace mucho que no te escribo y la verdad es que no lo hacía porque no estuviste en mis pensamientos por largo tiempo. 

Suena duro, lo sé. Sabés que nunca te miento, es nuestra regla dorada y no voy a ser yo quien la rompa.

La escribiste, la escuché. Sé que la compusiste para mi y si no es así igual elijo creerlo. Te pedí una canción por años y finalmente, por pura casualidad, encontré una melodía que me llevó a nosotros otra vez, a esos momentos donde siempre reinó la risa y el desencuentro.  

Estaba en facebook cuando el demo apareció en inicio y lo escuché sólo por un antiguo cariño que te guardo. Adelanté una parte de la primer canción porque, y otra vez con total sinceridad cruda y fría, me aburrió y simplemente el siguiente tema llegó a mi cabeza con una pizca de curiosidad,  con un sabor a "no entiendo cómo pero la conozco".

No necesito decirte lo que vos mismo escribiste, pero sí quiero que sepas que todavía guardo tu lugar en mí y esos regalos extraños que nunca nadie me hubiera regalado en LA VIDA! Dejame decirte también, que aunque el tiempo nunca fue nuestro amigo,  te extrañé mucho. 

Ya no te culpes, teníamos que aprender exactamente eso: a soltarnos, no una sino dos veces. Habrá una tercera? Quién sabe! Lo importante de todo eso es que fuiste mi más loca historia de amor (y desamor) 

Me quedo con la historia, la novela que empezamos a escribir juntos (te envíe los capítulos y los borré, no tengo ni idea qué hiciste vos con ellos), los recuerdos, los secretos y las largas noches de charlas. Porque fuimos eso. Dos locos jugando a quererse por un rato, sin decirlo y sin pensarlo. Un puñado de momentos raros, lindos e intensos. 

Te escribí mucho boludo, la pasé mal enserio durante dos largos meses. Yo era la planta. Escuchaba música todo el día y dormía poco, escribía aún más. Mil cartas, mil capítulos. Ninguna te envíe. Borré todas las palabras porque no tenía sentido decirlas, porque pensé que no querías escucharlas ni leerlas. Hice un calendario feo donde tachaba los días para no escribirte. Hoy no le escribo, pasaba el día, una nueva cruz y así, hasta que me olvidé de tachar, me olvidé de escribirte. 

Me enamoré. Y sonreí cuando vos lo hiciste. Te juro que me alegré taaanto de que sientas esa explosión de amor en el pecho una vez, o al menos, de que te dejes sentirla. Porque acá entre nos y después de tanto tiempo de silencio, sé que me querías y mucho. Yo también a vos. De esa manera extraña en la que sólo nosotros pudimos querernos, queriendo aferrarnos pero siempre soltando, queriendo quedarnos pero siempre volando. Por miedo u orgullo, quién sabe, pero siempre perdiéndonos, buscando encontrarnos caminando para distinto lado. 

Hoy estoy feliz por vos y por... bueno, también sabés. Un beso grande y cuidate mucho. "Cuidate mucho", qué linda frase, con tan sólo dos palabras y que abarca tanto... Sé que todavía te acordás que fue lo último que te dije. 

Chau Rama! Buena vida y gracias. 

Natalie. 

Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora