Carta a Ramiro (4) 02.02.2019

2 1 0
                                    

Rami: 

          Hola! Hacía mucho que no te escribía pero siempre estamos cerca, a nuestra manera, aunque no necesito decirlo ni que lo confirmes porque ambos lo sabemos. Como todo lo que tiene que ver con nosotros, siempre lo sentimos sin la necesidad de las palabras. 

Primero quiero decirte que estoy muy orgullosa de vos, de tus logros, de tu vida, de lo que construís día a día. Feliz de poder acompañarte un rato, como tu amiga, como siempre. Vivir un pedasito de toda esta locura que te está pasando y que merecés, no tengo de eso ninguna duda. 

En segundo lugar quiero decirte gracias, por darme un consejo cuando lo necesité. Perdón por recurrir a vos, pero tenés algo que me hace bien, que me relaja, la palabra justa en el momento exacto. Gracias. 

No pude cambiar el resultado, una vez más. Y ¿Sabés que tuvo el atrevimiento de compararse con vos? ¡Por favor! Tendrías que haber visto mi cara, me reí (bastante cruel lo mio sinceramente) Él conocía nuestra historia, se la conté una vez y en medio de nuestra última charla le dije que había hablado con vos del tema, quiso saber tu opinión y le dije exactamente lo mismo que te dije a vos "el resultado no depende de mi y no hay nada más que pueda hacer"... 

Ahí soltó que se sentía identificado con vos, no lo podía creer. Junté mis cosas y me fui de su casa. Si hay algo que tengo es un don especial para soltar lo que más quiero retener y eso también lo aprendí de vos. No voy a negar que no me está doliendo, pero sé que todo pasa por algo y que es parte de la vida, algo que debía (o debo) aprender. 

En fin, no era para contarte sobre él que te escribí, era (y es) para decirte que me gusta hacerme presente en este momento, sabés que después voy a volver a perderme y sé que está bien así. Porque después de muchos años entendí cómo funciona nuestra historia y esto también te lo quiero contar. 

Culpamos al destiempo muchas veces, nos culpamos a nosotros mismos por cobardes, por orgullosos, por tercos. No. No tenemos la culpa de nada, el destiempo quizás un poco sí pero mirá, pasaron siete años y todo está exactamente en el mismo lugar. Nos queremos, siempre nos vamos a querer, pero es un amor completamente libre que no podríamos repetir con nadie más ni aunque queramos. Es de esos amores que nos permiten amar a otras personas, que nos hacen disfrutar de ver al otro feliz, desprovisto de egoísmos. Es el amor más puro que conocí. 

Por eso no lo dejé compararse con vos, este es tu lugar en mi vida, nadie más podría ocuparlo. Puedo enamorarme mil veces más (y sé que vos también) pero una parte de mi cora siempre va a ser tuya porque así se dieron las cosas y está bien, el destiempo nos enseñó que soltar no te hace perder a la gente, sino que transforma las relaciones. No necesito verte para saber que estás, no necesito que estés soltero para sentirme bien sino todo lo contrario, disfruto de verte al lado de una persona que vale la pena y que te apoya en todo, no necesito decirte lo que me pasa para que estés cerca. Y lo sé, porque cuando me acuerdo de vos entro a mis historias y veo que las viste (sé que te pasa exactamente lo mismo aunque no me lo digas). Es parte del soltar, el destiempo nos creó una conexión que no se encuentra fácilmente pero que me hizo crecer como nunca nada lo había hecho. 

Bueno Rami, ya cumplí con mi recordatorio virtual. Ahora me queda cumplir con verte brillar una vez más y a seguir con nuestras vidas. Gracias, muchos más éxitos y como siempre, te quiero ♥ Que la vida te siga sonriendo. 

Nat.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 02, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora