Carta a Ramiro #2

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29 de julio de 2016

Rama:

Estoy tan confundida y te necesito tanto!

Creo que me estoy enamorando, sí... otra vez, pasa que yo sí siento. Me siento ridícula imaginando tus caras y respuestas mientras escribo, hasta escucho el tono de tu voz en mi cabeza. 

Si alguien leyera ésto pensaría que estoy loca hablando sola. Si supieran que con vos siempre es hacer todo sola. Hablar sola, escribir sola, esperar sola, querer sola. 

Hace más de un mes que no te escribo, olvidé hacerlo un día y entendí que estaba un pasito más cerca de volver a ser libre. De todas maneras todavía te pienso, te extraño y muero de ganas de contarte mis locuras. Así que acá estoy, contándotelo como puedo, como me dejás. 

Estoy muy confundida, conocí a alguien y a veces me parece que lo conozco hace años. Fue extraño. Estaba caminando por la playa, pensando en que volver a cruzarte me cambió la vida, me empujó a romper todas mis estructuras y me puso el mundo de cabezas, pero que algún día te lo voy a agradecer porque me despertó un coraje sorprendente que hace que me anime a saltar sin mirar lo que me espera, es saltar al vacío sólo y por placer. Tan metida estaba en mi cabeza que no noté que había alguien frente a mi. 

Lo vi cuando lo tenía a un par de pasos de distancia, estaba sentado en la arena y el viento lo despeinaba, él tampoco me había visto porque se sobresaltó y yo reía a carcajadas. Fue instantáneo, la risa sólo brotó de mi  sin que pueda contenerme y él río conmigo, rojo de vergüenza. 

No sé si soy buena pero voy a implementar mi último curso de escritura para relatarte la escena, quién sabe... me parece un muy buen principio de película. 

- Perdón -  me apresuré a decirle mientras tapaba mi boca con la mano. 

Sacudió la cabeza y fijó sus ojos en mí, nunca había visto unos ojos marrones tan lindos, eran color miel con una chispa de luz en ellos. - No pasa nada, nunca hay que pedir perdón por reírse. La risa es todo lo que está bien en este mundo. 

¡Me voló la cabeza! - Qué loco encontrar a alguien con ese pensamiento, en el medio de una playa completamente vacía y un sábado a las - miro mi celular - diez de la mañana. 

Observó el mar y se mordió el labio para luego sonreírme - Creo que es el lugar y la hora exacta donde se encuentra a esa gente... 

Me dejé caer a su lado en la arena, sin pensarlo, sin dudarlo. - Y yo creo que me quiero quedar acá - le dije con seguridad. 

- Sos bienvenida desde el momento en que re reíste de mi sin ningún tipo de control ni permiso.- Me dijo a modo de respuesta.

Y desde ahí no puedo dejar de pensar en él, en su pelo siempre despeinado, en sus ojos, en su forma de pensar y en lo fácil que puede hacer que me ría a carcajadas. Nunca nos besamos, ni siquiera sé si le gusto pero a veces siento que no quiero separarme ni un segundo de él. 

Esta noche voy a verlo, vamos a tomar unos mates en la playa y a mirar las estrellas. Sé que hace frío pero planeamos llevar mantas y si pinta hacer una fogata, él no toca la guitarra como vos pero me habla de cosas locas como el fin del mundo y los universos paralelos. Con él también la noche se me pasa volando y perdón, cuando me despierto sé con certeza que a él lo sigo teniendo en mi vida. 

Natalie 

Cartas al vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora