Gritos desgarradores trataron de sobreponerse a la fuerza del viento invernal, en una competencia donde la ventisca aullaba salvaje, apagando el clamor de un débil figura, que apenas lograba matizarse en el desértico y blanco paisaje -¡Jimin!- El eco metálico no llego muy lejos, perdiéndose en un infierno helado. Lo único que podía verse con claridad eran las ráfagas de viento, ondeándose en todas direcciones, donde los copos de nieve solo eran manchones, líneas finas y pálidas, que pasaban entre las corrientes a toda velocidad. Yoongi, un orgulloso Alfa de oso, podía sentirlos chocar cual pequeñas rocas contra su rostro humano, donde la piel se entumecía causándole dolor. El cansado cerebro del cambia-forma ya no procesaba de forma correcta la secuencia de sucesos –"Jimin, ¿Dónde estás? Jimin, tengo que encontrarte como sea, es toda mi culpa, mi falta, mi error, te falle como Alfa, no te protegí como debía. Se supone que nada deba dañarte en mi compañía, no puedo dejar que mueras en un lugar como este".
Pese a que la nieve llegaba hasta sus rodillas, su determinación no flaqueaba, su oso interior rugiendo, animándolo en la búsqueda de su compañero. Haciéndose paso entre ella, podía sentir el dolor en cada paso, como si mil agujas se hundieran una y otra vez por todo su cuerpo, el frío entumecía la carne y mantenía los nervios sensibles, duplicando cualquier sensación ante algún golpe de una roca en el piso, o los mismos pequeños pero letales copos de nieve, que chocaban a gran velocidad contra él.
Para su suerte su especie presentaba gran resistencia a estos climas, aunque solo lo suficiente para mantenerse con vida un par de horas a diferencia de seres más pequeños. Abusar de la ventaja que daba su pelaje y la capa de grasa extra sería imprudente, más que estúpido. Él conocía sus límites, manteniendo afuera el grueso pelaje, cubriendo de pelo su cara ante los fuertes vientos, solo el tiempo justo, abusar de su forma animal solo lo llevaría a gastar más energía. Mantenía un leve cambio para mantenerse funcionando y con vida, para no caer en la inconsciencia y terminar de congelarse en aquel lugar.
-"No se suponía que las cosas terminaran así. Maldita sea, solo serían unos juegos en la montaña, debí vigilarlo mejor"- Las vacaciones de invierno habían traído la promesa de esquiar en la pura nieve, en un entorno vigilado y amigable, ¿Cómo fue que todo salió inesperadamente mal? –"No pude ayudarte Jimin, pero nunca te abandonaré".
Cuando Jungkook, el hermano mayor del Omega, lo reto a una competencia de velocidad, no pudo visualizar que tanto se alejarían de su vigilancia, mucho menos que los imprudentes Gatos Montéses se acercaran a un acantilado. El follaje engañoso de mantos blancos y el comienzo de una tormenta contribuyeron a que se Jimin resultara justo en el borde, perdiendo el equilibrio por lo asustadizo que era el pequeño, cayendo al vacio frente a los ojos de Yoongi, quien por más que trato de llegar a tiempo, solo pudo observar los ojos negros suplicantes, llenos de miedo mientras caía, profiriendo un sordo grito que pedía auxilio, extendiendo sus manos a la nada. Todo sucedió tan rápido, una característica arraigada a las tragedias.
-"No te dejare caer"- Había prometido hace mucho tiempo, en su primer encuentro con el simpático felino de rechonchas y apretujables mejillas, quien siempre torpe en sus pasos, corría furioso tratando de atrapar a uno de sus amigos, teniendo la mala suerte de resbalar en una curva. Cuando vio los ojitos abiertos al máximo por la sorpresa y las manos aferrándose al aire, había reaccionado de inmediato, atrapándolo en un fuerte abrazo que acelero ambos corazones. Esta vez no había sido así, le había fallado.
No dudo en desacatar las ordenes, casi suplicas del hermano de Jimin, quien era el "adulto responsable" del paseo, como de la pareja de este, el vivaracho Omega Seokjin, yendo solo en la búsqueda de su moreno gatito. Ya que nadie quiso aventurarse a semejante lugar, menos con la ya tormenta azotando con mayor intensidad a cada minuto. Él no dejaría a Jimin perdido en la montaña, solo para ir tranquilamente a buscar refuerzos a la base de la misma.
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Abrazo de oso /Yoonmin (Omegaverse)
Fiksi PenggemarLa temperatura de Jimin volvía a descender, alarmando a Yoongi, quien sostuvo con fuerza a su Omega, trasmitiéndole todo su calor en el más fuerte abrazo de oso que alguna vez dio en su vida.