Una Trampa Mágica (Kim Hyun Joong y tú) (Romance - Hot)

Capítulo 5

Él comenzó a caminar en dirección a mí, su reacción hizo que mi cuerpo se estremezca de nervios, de un sudor frío que recorría mi columna y hacía que mi corazón palpite más veces de lo normal.

Mientras se acercaba se le notaba un semblante serio, me miraba fijamente, esto hizo que baje la mirada y no quiera saber más de lo que podía pasar. Pude ver luego sus zapatillas frente a mí; levanté la mirada, pude verlo y por fin estar segura que no era un espejismo, tomó de mi mano para levantarme, mis amigos que se encontraban ahí sólo vieron la escena sin poder decir más.

Caminamos unos cuantos metros, cuando hizo que entre a un salón vacío, cerró la puerta, no entendía nada – ¿a qué se debía tal reacción? – me miró reteniéndome la mirada, me tenía atrapada contra un muro.

-Acaso estás siguiéndome – su pregunta me pareció tan absurda y a la vez sorpresiva, ¿quién demonios se piensa qué es?

-Estás loco, suéltame ya! – me tenía las muñecas sujetadas con sus manos sobre mi cabeza, mientras su mirada me hacía temblar no sé si de miedo o por tenerlo tan cerca nuevamente.

-¿Loco? ¿Dime, qué haces acá? ¿Por qué estabas afuera de mi salón de clases? – el tono de su voz se elevó, tiré con fuerza mis brazos y logré zafarme de sus manos prisioneras.

-Ya fue suficiente Hyun Joong o como te llames, lo último que me faltaba era que un desquiciado como tú, venga a decirme tonterías – vaciló un poco ante mi respuesta.

-Está entrando en terreno peligroso señorita Tn_____ – sonó a amenaza – ¿Puede calmarse? – su mirada aún seria me intimidaba

-No me calmo ni nada, sólo le diré que yo no tenía ni la más mínima idea de que se encontraba en esta universidad y menos de que aparecería frente a mis ojos, luego de desaparecer una mañana, sin decir más; claro si lo recuerda aún, cabe recalcar – me encontraba en actitud de reproche.

Me dedicó una sonrisa de costado de esas de las que no sabes si lo hace de burla.

-¿Y eso te trajo hasta aquí por más? – arqueó una ceja – no tiene sangre en la cara el cretino.

El muy idiota hacía que simplemente llegue a puntos de enojo nunca antes experimentados.

La posición que había optado era mantenerme a la defensiva sin importar qué, no entendía hasta ahora su reacción pero finalmente ¿qué tipo de juego es el que le estaba siguiendo?

-Bien sólo quiero que tenga claro algo, no quiero que me busque ni que me dirija la palabra, lo que pasó entre nosotros fue sólo una aventura de una noche, en conclusión sólo follamos y ya... ¿cree que podría hacerme ese favor? – dijo – en realidad lo que había terminado diciendo en ese instante me aniquilaba cualquier esperanza en la que pude haber pensado.

Sin embargo a pesar de que sentía que esto no me interesaba en lo absoluto y quería creerlo así, surgía en mí un sentimiento de decepción, mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas – esto no podía estar pasándome justo en este momento – pero el nudo en la garganta ya estaba dando luz a que no pueda formular ni siquiera una palabra, esperaba con ansias algo que pudiera sacarme de ese lugar y poder desencadenar mis sentimientos y emociones a solas, donde pueda llorar – sí llorar – por ser idiota, por dejarme llevar y haber terminado en esta situación.

Reprimí cada conmoción para poder ejecutar una palabra.

-Entiendo ... puedo irme ya? – tenía la mirada abajo, mientras decía aquellas palabras que con mucho esfuerzo pronuncié, no obstante mi voz sonó segura y fuerte – un engaño que ya no podía mantener por más tiempo.