Joel caminaba con paso apresurado rumbo a la biblioteca, no podía creer lo que había pasado. El poema que había escrito el día anterior había ido a parar entre las páginas del libro que estuvo leyendo en la mañana, solo esperaba que nadie lo halla encontrado o de lo contrario estrangularía a Yoandri.
Recordaba como fue que se enteró del error del chico al colocar el post-it en el libro pensando que este era suyo, había buscado la nota entre todas las que tenía guardadas en una pequeña caja en su habitación, pero al recordar que la puso en uno de sus cuadernos la había buscado. De pronto recordó lo que pasó en la mañana, Yoandri, tenía algo de temor de que el chico halla leído su poema, por eso le había preguntado por mensaje de texto si vio un pequeño post-it amarillo que se le había extraviado, alegando que era un trabajo de literatura por supuesto, a lo cual este le había terminado confesando que lo guardó en el libro que estaba sobre la mesa.
¿Cómo es que no se imaginó que el libro podía ser uno de los de la biblioteca? digo, no es como que sonará tan ilógico. Cualquiera con un poco de sentido común hubiera considerado esa posibilidad.
- Por favor que nadie lo halla encontrado- se repetía mentalmente mientras se acercaba al estante donde recordaba haber dejado aquel libro el día anterior. Tanta fue la preocupación de que alguien leyera su poema que se había levantado mucho más temprano de lo normal para ser uno de los primeros en entrar a la biblioteca, pero como siempre las cosas nunca salían como el quería. Cuando busco la nota en el libro no la encontró, en su lugar observó como de entre las hojas de este caía un post-it verde, estaba seguro de que ese no era el suyo, con cuidado lo recogió del suelo y visualizó una caligrafía muy bonita, cuando se dio cuenta ya se encontraba leyendo lo que estaba escrito en aquel pedazo de papel, sorprendiéndose al darse cuenta de que la nota era para él.
¡Alguien había leído su poema!
Y como si eso no fuera poco esa persona le había dejado una nota, no iba a negar que le había gustado lo que allí decía. Según logró entender aquella persona había quedado fascinada con su forma de escribir, dijo que quería conocerlo, elogió de una manera increíble su poema y hasta le había escrito un verso al final agregando que le gustaría que le respondiera. No lo podía creer, nunca jamás nadie lo había hecho sentir tan bien con algo que halla hecho alguna vez, el nunca se atrevió a mostrar sus pequeños escritos antes por temor a que las personas lo rechazaran y ahora sin querer alguien había aprobado su trabajo, no estaba seguro de si responderle al anónimo, no quería desilusionarlo cuando se de cuenta de que tal ves se equivoco y sus obras no eran tan magníficas como aseguraba, pero se había sentido tan bien que alguien hubiera captado el mensaje que quiso transmitir cuando escribía el poema que por más irónico que suene ahora, lo había escrito pensando en Christopher.
No perdía nada con responderle, tenía que agradecerle las bellas palabras que le había puesto y quien sabe, puede que de esto salga algo bueno. Así que procedió a responderle, nuevamente utilizando un post-it amarillo, le gustaba ese color. Le dejo claro que por el momento no podía revelar quien era y agradeciéndole al lector anónimo como puso en el final de la nota, la colocó en el libro, exactamente en la décima página donde encontró el post-it para por último dejarlo en el estante y por supuesto llevarse la pequeña nota color verde con él.
Por ahora le perdonaría la vida a Yoandri .
Así pasaron los días y con estos las semanas, esta demás decir que aquellos dos chicos siguieron intercambiando notas con poemas y frases, ignorando completamente quien estaba detrás de estos. Christopher había aceptado que el escritor anónimo como le gustaba llamarlo, quisiera mantener su identidad en secreto, con la condición de que el tampoco revelaría quién era, ya se había hecho un hábito el enviarse post-its a través del libro que se había convertido en el favorito de Joel también, y no solo compartían poemas. Las notas iban desde pequeñas líneas que contaban sus aficiones hasta los planes que tenían para el futuro, claro que siempre cuidando de no dejar su identidad al descubierto.
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El chico de los post-its amarillos//Virgato (Mini historia)
Short StoryUn error. Un poema de amor. Un libro de biblioteca. ¿Qué tienen en común? La historia detrás del chico de los post-its amarillos. • Historia Corta. • Prohibida la copia, reproducción o adaptación sin mi permiso. • Tiene contenido boyxboy así que no...