Fingiendo ser homosexual (g)

Capitulo 4

— Ven, sígueme.

Aún confundida empecé a caminar detrás de él.

Llegamos a una puerta la cual él abrió y me invitó a pasar.

Me adentré al lugar y descubrí que era unos de los salones que no se usaban.

— Bueno, que necesitabas.
Le sonreí por cortesía.

— Yo tengo que hablar contigo de lo que ...ya sabes lo que me dijiste.

Alcé una ceja divertida por su nerviosismo, aún recordando lo que había visto ayer.

— Bueno ...y?

— Bueno yo...

— Dímelo de una vez Seth.
Mi paciencia (la cual no tengo) se estaba acabando.

— No quiero que pienses que no me atraes ni nada pero...

— Pero que?

— Mejor olvídalo, no lo entenderías.

— ¿No lo entendería? ¿Enserio?

— Lo siento pero...
Se calló abruptamente y ahí explote.

—¿¡PERO QUE!? Llevas todo este maldito tiempo evitándome sin siquiera explicarme y ahora vienes y me dices que tienes que hablar conmigo pero no me dices nada ¿¡QUE TE SUCEDE!?

— Es que no lo entiendes.

- Tienes razón, no lo entiendo.
Trató de hablar contigo, acercarme a ti pero siempre me esquivas, ¿acaso te sientes incómodo porque confesé lo que siento por ti?

- No, no es por eso, solo...

- ¿Solo que? Empezaste a comportarte extraño, apenas me hablas ¿¡Me puedes decir que sucede!?

Agacho su cabeza y luego de soltar un suspiro derrotado, me miró como tratando de averiguar cuál sería mi reacción.

- Soy gay.

Lo que faltaba, ¿Enserio tenía cara para venir y mentirme en vez de decir que salía con mi amiga en secreto?

Bueno, después de todo no es asunto mío, PERO IGUAL!!

Lo miré decepcionada, sabía que el no era gay, es decir ayer lo vi comiéndose a besos con Noah, no puede cambiar de la noche a la mañana.

Pero estaba bien, si el lo quería así estaba bien.
No puedo hacer nada contra esa lógica.

— Está bien...
Susurre mirándolo a los ojos con tristeza.

— No creas que no eres atractiva, nada de eso, eres muy linda, pero bueno me gustan los hombres.

— Gracias por decirme, no me haré más ilusiones.

Sonreí débilmente, me giré y salí por la puerta.
Dando un merecido portazo.

Empecé a caminar por los pasillos, un aura de desilusión, decepción e irá me rodeaba.

Ahora tenía que ver si Noah me mentía.

En el receso salí de clases, directo al casillero de Noah.

Me Apoye en este porque todavía no había llegado.
Luego de unos segundos la susodicha apareció por los pasillos en dirección a mi, mejor dicho a su casillero.

Vi un atisbó de nervios pasar por sus ojos.

— Hola.
Me saludó con una sonrisa, mientras abría su casillero.

En ningún momento me miró, eso solo confirmó lo nerviosa que estaba.

— Hola
Salude con una sonrisa cínica.

— ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿Qué hiciste ayer?

Otra cosa que me confirmó su nerviosismo, cuando estaba así, en ese estado hacia muchas preguntas.

Terminaba pisándose ella misma.
Obviamente es una metáfora, significa que terminaría confesando algo que la delataría.

— Estoy bien, si todo bien, y ayer solo estuve acostada leyendo.
Hable con paciencia enumerando con mis dedos.

Aclaró, que yo NUNCA tengo paciencia y cuando la tengo es porque el fin del mundo se acerca.

— ¿Y tú qué hiciste ayer?
Ignore todas las otras preguntas y pregunté la que verdaderamente me importa.

— Em si yo ayer también estuve acostada -soltó una risita- casualidad supongo.

Cabe recalcar que tampoco creo en las casualidades.

La mina no creía en nada.

— ¿Y ayer para que me llamaste?

— Yo... quería ver cómo estabas, si habías llegado bien a tu casa.

Cruce mis brazos y alce una ceja.

— Un poco tarde te acordaste.

Río nerviosa, aunque su sonrisa se borro al ver algo detrás mío.

Lentamente gire sobre mi talones, Seth caminaba por el pasillo en el que estábamos, acercándose a nuestro lugar.

—Hola chicas
Seth sonrió mirando a Noah.

— H...hola Seth.
Habló en un susurro, mirándolo como boba enamorada,
como el lo estaba haciendo con ella.

Y eso me confirmo lo que ya sabia pero que no quería aceptar.

Ellos estaban saliendo.