Noche de PASTEL & MARIONETAS [ADAPTACIÓN CHANBAEK]

3. Tratamientos para la calvicie

Le mando un mensaje a JiMin: 

ㅡÉsta noche es la noche.

Su respuesta llega de inmediato y me da la sensación de que está en la ciudad, en su departamento o en Envenenada o por ahí, y para nada lo está. Escribe:

⠀⠀⠀Vencerás. Eres Napoleón. (Antes de
⠀⠀⠀Waterloo, por supuesto. Y más bonito.)

Mmm. Respondo:

⠀⠀⠀¿Entonces sugieres que lo... ataque?

JiMin:

⠀⠀⠀Sí, atúrdelo con tu perfección. ⠀⠀⠀Recordará su vida hasta este momento
⠀⠀⠀como un sueño borroso antes del dios. ⠀⠀⠀Su vida comienza ESTA NOCHE.

Aunque un poco exagerado, agradezco el voto de confianza.

⠀⠀⠀¿En dónde estás, loco?

⠀⠀⠀Sudáfrica. Estoy buscando a un cazador
⠀⠀⠀furtivo. No creo que quiera que lo
⠀⠀⠀encuentre.

⠀⠀⠀Suena... ¿Seguro?

⠀⠀⠀¡Y divertido! Alguien me robó mi cepillo
⠀⠀⠀de la habitación del hotel y dejó una
⠀⠀⠀serpiente muerta colgando en la manija
⠀⠀⠀de la puerta. De la boca.

⠀⠀⠀¿QUÉ?

⠀⠀⠀Un día normal en África. Mejor veré a
⠀⠀⠀un curandero para que me diga cómo
⠀⠀⠀anular una maldición multiusos. Espero
⠀⠀⠀no tener que beber sangre esta vez.

⠀⠀⠀¿Sangre? ¿Qué clase de... Olvídalo. No
⠀⠀⠀me cuentes. NO.

⠀⠀⠀Ash, humana.

⠀⠀⠀YA DIJE.

⠀⠀⠀Es broma. No he bebido sangre. Mejor
⠀⠀⠀me voy. Diviértete muchísimo
⠀⠀⠀enamorándote esta noche. ¿Quieres
⠀⠀⠀cambiar de vida?

Hago una pausa. Es la primera vez que JiMin se queja a medias desde la noche en que estuvimos frente a aquella puerta en Josefov y vimos un incendio azul reducirla a cenizas. Estaba en shock, afligido y furioso, pero nunca mostró ni una pizca de autocompasión. Pasó sólo un día afligido, abrazándose a sí mismo y viendo al vacío, después enterramos a Kishmish en el Parque Letná, y de algún modo se sacudió el desánimo de la cara y obligó a sus ojos a enfocarse para concebir un plan. Lo cual a su vez me inspiró para concebir otro, aunque sí, el mío tiene más que ver con besos que con beber sangre. Pues eso.

Respondo:

⠀⠀⠀Si digo que no, ¿soy mal amigo?

⠀⠀⠀Nunca, sólo recuerda cada detalle. ⠀⠀⠀Ahora me hacen falta cuentos de hadas
⠀⠀⠀furibundas.

Lo adoro. Contesto:

⠀⠀⠀Lo prometo, por favor cuídate.

Y ahí termina nuestra conversación porque no responde.

Lo imagino desenganchando de la manija de la puerta la boca abierta de aquella serpiente para entrar a una habitación solitaria de un hotel en algún lugar de África, y siento una mezcla de incredulidad y convicción, sentimientos protectores y tristeza indirecta, desamparo. Culpa. En parte creo que debería acompañarlo en esa persecución descabellada, aunque sé que no estoy hecho para eso. No puedo pelear, hablar zulú o urdu o lo que sea, y además él tendría que preocuparse por protegerme. De todas formas me ofrecí y dijo que no. Dijo que soy su sostén. Que debo ponerlo en contacto con la "vida real", seguir estudiando, ponerlo al tanto de Wiktor, la momia viviente, y del pelo de la nariz del profesor Anton, y contarle si Kaz se atreve a pararse en la Cocina Envenenada.