Uniquely Perfect | L.S. (español)

Capítulo 4

[Louis P.O.V.]

Me desperté más temprano, antes de que mi alarma sonara, cuando mi teléfono sonó. Levantándome un poco adormilado, busqué a tientas en mi mesita de noche hasta que sentí la sensación familiar de mi teléfono, y poniéndolo contra mi oreja, "¿Hola?"

"¿Sí, Louis? Es Rob. No tienes que venir a trabajar hoy. Una tubería se rompió, así que tenemos que conseguir a alguien para que lo limpie. Sin embargo, mañana regresamos a los negocios. Entonces te veo luego, ¿sí?" mi jefe Rob habló de manera comercial. No me permitió responderle hasta que terminó de hablar.

"Sí, señor, lo veré entonces. Buena suerte con la tubería. Hasta luego, señor," le respondí.

Colgué el teléfono y lo regresé a la mesita de noche. Odio completamente a mi jefe. Aparentemente es amable, pero, honestamente, es un cabrón egoísta que constantemente parece intentar y hacerme fallar. Vendo electrónicos para él y siempre me manda los más irritantes clientes para ver si yo me irrito de vuelta, y si parece que estoy irritado en lo más mínimo con ellos, él me gritaría a mí después. También soy al que le pide que se quede a trabajar más tarde que los demás, y no tengo otra opción más que aceptar. Si no necesitara el dinero, ya hubiera renunciado.

Decidiendo que no hay manera de que me pueda volver a dormir, me quité de encima las cobijas, me cambié por par de pantalones de chándal grises, pero dejando la camiseta azul que tengo puesta, me puse una sudadera roja, metí mi teléfono en mi bolsillo y entré a la sala de estar. De alguna manera, me las había arreglado para olvidar que tenía un chico gato durmiendo en mi sofá, y dejé salir un grito de sorpresa cuando hizo un sonido con su nariz al mismo tiempo que caminaba dentro del cuarto. Una vez que recordé que había acogido a Harry, solté una risita para mí mismo y me moví para despertar al chico más joven. Suavemente empujé al montículo durmiente que yacía ligeramente acurrucado sobre dos cojines, con su cabeza descansando en el reposabrazos.

Se incorporó de golpe, un pequeño chillido escapando de sus labios, y yo rápidamente me senté donde estaba su torso antes, "¡Buenos días!"

Harry parpadeó soñolientamente antes de tallarse sus ojos. Él no me respondió, simplemente volvió a cerrar sus ojos y se inclinó ligeramente hacia donde estaba sentado. Muy lentamente, comenzó a inclinarse hacia mí, y finalmente se desplomó sobre mi regazo, durmiéndose rápidamente otra vez. Me reí por su manera de pedir atención y cariño, sin poder detenerme a mí mismo de acariciar sus rizos como si él fuera un gato. Acaricié la parte de atrás de su oreja con mi pulgar. Se sentía aterciopelado y suave.

Su oreja se sacudió un poco, causando que yo saltara, "Eso da co-cos-cosquillas."

"Nunca pensé que alguna vez quisiera un gatito, pero ¡eres divertido! Me gusta cuando te acurrucas."

Harry se sentó un poco adormilado y se sonrojó mientras decía, "Harry está arrepentido... y soñoliento."

"No, no, está bien... De ahora en adelante, normalmente tendremos que levantarnos a esta hora para poderte llevar a casa de Liam mientras estoy en el trabajo," le expliqué al chico.

"¿Por qué... no sólo H-Harry puede... quedarse... aquí?" Harry preguntó, tomándose su tiempo para pronunciar cada palabra lentamente.

"Porque el casero podría venir o algo y él te vería, o podría pasar algo... como un incendio... y luego no sabrías qué hacer y podrías lastimarte. Es... es mejor si vas a casa de Liam," suspiré.

"A Harry no le gusta la casa de Liam porque Niall está ahí," dijo Harry con firmeza, cruzando los brazos sobre su pecho.

"Bueno, hoy no tienes que ir, así que no te preocupes," le dije con un poco más de energía de la que quería. Los ojos verdes de Harry brillaron con dolor, así que suavicé mi tono, "Hoy puedo quedarme en casa en lugar de ir al trabajo, por lo que podemos usar todo el día y lograr conocernos el uno al otro."