El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, y junto a el todas las aspiraciones de alcanzar la utopía comunista. Pero eso no fue lo único que arrastró con su caída, las fronteras se abrieron y mucha gente empezó su viaje para regresar a sus países de origen; y ahí nos encontramos mi tío y yo. El tío Lufti nació en Turquía, y con la caída del bloque del este ahora puede volver a su Estambul natal tras 40 años de separación, pero debido a que está bastante mayor ya no puede conducir como antes, así que me toca a mí llevarle de Berlín a Estambul.
El tío todavía guarda su Trabant 601, el automóvil icónico de la RDA, con 2 cilindros, podia pasar de 0 a 60 km/h en unos "maravillosos" 22.5 segundos, y con un tope de velocidad de 100km/h, todo esto por 9 litros por kilómetro, creado con el objetivo de ser una respuesta efectiva ante el Volkswagen Tipo 1 de la RFA, el resultado final no fue tan satisfactorio y hoy en día es un coche anticuado que aguanta a duras penas las marchas por la carretera; pero tampoco es que nos podamos permitir mucho más; llevamos encima poco más que lo puesto, y unos ahorros que pude reunir, unos míseros 100 marcos.
Hoy es el primer día de nuestro viaje, así que nada más despertarme empecé a empacar lo poco que nos quedaba por llevar; un par de ruedas de recambio, el gato para el coche, una lata de gasolina por si las moscas junto a una botella de aceite (Resulta que el querido Trabant de mi tío tiene un motor a dos tiempos, así que si quiero no cargarme el motor, tengo que echar unas gotas de aceite para suavizar el proceso), y por último una botella de agua para el tanque de agua del limpiaparabrisas. Hecho esto sólo quedaba avisar al tío y subir al coche.
Cogí las llaves del coche y la guía de viaje y encendí el motor, hoy por ser el primer día decidí escoger la ruta más corta, uno nunca sabe lo que se puede encontrar en la carretera, y menos aún en estos tiempos de cambio; hecho esto nos pusimos en marcha hacia nuestro primer destino, Dresden, a 210km, y dónde se encuentra la frontera con Checoslovaquia.
El primer contacto con el coche no fue muy placentero, le costó horrores arrancar, pero consiguió mantener el tipo y empezar a moverse; al principio el coche era un poco difícil de controlar, cosas de la edad supongo. Eso sí, cuando atravesé el primer túnel para salir de Berlín camino a Dresden, me encontraba digamos... eufórico, ¡No me lo podía creer! Era la primera vez que salía de la RDA y me estaba dirigiendo nada más y nada menos que a Turquía, era un aventura en todos los aspectos.
Con todo el revuelo que hay estos días mucha gente lleva todo lo que puede en sus coches, solo para darse cuenta de que, o no lo necesitaban, o que era imposible llevarse ciertas cosas; y de esto es de lo que nos ibamos a aprovechar durante el viaje para obtener algunos ingresos extra, es cierto que ese tipo de paradas para rapiñar solo nos retrasaban, pero no había otra manera, al menos legal y rápida, de conseguir dinero, aunque no fuese mucho, durante el viaje de hoy encontramos algunos rollos de tela y unas bolsas de café, no se para que lo necesitarían las personas que se los querían llevar consigo, pero a nosotros nos iban a ser de ayuda para conseguir algún ingreso extra.
El viaje continuó sin muchas novedades y en poco tiempo conseguimos llegar a Dresden, nuestros planes ahí eran sencillos, quedarnos a pasar la noche para descansar, rellenar el depósito del coche y poco más; he de admitir que nada más llegar me costó un poco encontrar el motel donde debíamos alojarnos, y suerte que lo conseguí encontrar, porque empezó a salir humo de debajo del capó, parece que el querido Trabant de mi tío no estaba acostumbrado a realizar trotes como estos. El motel al que llegamos no era nada del otro mundo, pero como teníamos pensado quedarnos solo a dormir, no nos importó mucho, y aunque la noche costase 20 marcos, todavía me quedaba algo de dinero, pero debía empezar a pensar en una manera conseguir dinero extra de alguna manera; así que deje al tío descansar en la habitación y me fui a mirar el coche y a ver si podía ganar algo con lo conseguido en la carretera.
Me dirigí a una de tienda, que tenía algo parecido a un taller, allí me paré ante el coche y tras recordar cómo levantar el capó (en mi defensa he de decir que la palanca para levantar el capó no estaba muy a la vista), me puse a mirar que era lo que echaba humo, pues bien, resulta que los materiales del motor del Trabant no es que fuesen primeras calidades, así que al parecer los componentes del motor estában destinados a estropearse con bastante facilidad; podría comprar nuevas partes para el motor, pero para eso necesito dinero, y no es algo que me sobre en este momento, así que me dispuse a reparar las partes que estaban algo estropeadas, resulta que eran el carburador, el filtro de aire, y lo más gracioso, el bloque principal del motor ya mostraba señales de desgaste, pero como dice mi tío, no hay nada que un poco de maña y de cinta no puedan arreglar. Remendado el motor, tocaba encargarse del combustible, llenar el depósito de gasolina no fue nada que resultase difícil, eso si, el aceite era otro tema, si echaba mucho el motor no se desgastaría tan rápido, pero ya podía ir diciendo adiós al rendimiento; el caso contrario también presentaba sus problemas, con poco aceite el coche iría más rápido, pero el motor sufriría demasiado; al final me decidí ir a lo seguro y eché dos gotas para que la mezcla se acercase lo máximo posible al óptimo recomendado. Con eso echo me puse a limpiar un poco el coche, pues tenía algunas manchas de barro que molestaban a la vista. Cuando fui a pagar recordé que tenía las cosas que encontré en la carretera e intenté hacer un trato, no conseguí recuperar lo gastado en ese momento, pero al menos solo gasté 3 marcos.
Habiendo terminado todo lo que debía hacer, volví al motel, encontrando al tío Lufti dormido como un tronco en la cama, se había dejado su maleta abierta, y en ella había una especie de sobre con un sello de la RDA, una parte de mi me dijo que no lo abriese, pero otra me animaba a hacerlo, al final decidí abrirlo, encontrando un mensaje de parte del gobierno, ponía que le habían denegado a mi tío la solicitud de entrega de un coche para volver a su país de origen, el coche era un Trabant 601, el mismo modelo que yo estaba conduciendo, ¿Estaba llevando un coche que no deberían estar en circulación?, Me fijé en la fecha, 12 de Febrero de 1986, eso fue hace poco más de 4 años, eso quiere decir que el tío Lufti intentó volver a Turquía hace ya tiempo; no sabía qué hacer o cómo encontrarme, al menos mi duda inicial de sí estaba haciendo algo ilegal se había disipado, y me juré a mí mismo que conseguiría llevar al tío Lufti a Turquía costase lo que costase. Con todo lo que había pasado hoy me costó dormir, pero al final cogí el sueño y caí en los dulces brazos de Morfeo.
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Jalopy, un viaje por el este
Исторические романы9 de Noviembre de 1989, cae el muro de Berlín, y con el toda la máquina comunista. La gente trata de volver a sus lugares de origen, pero el viaje sigue siendo complicado.