Parte 3 - Reto 1

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¿Qué hago?, ¿qué hago? uhm... ¿y si me voy a otro país? no, imposible, aquí la del dinero es ella... Uhm... ¿y si me regresó a casa y les cuento a sus padres que ella se ha escapado? no, ni al caso, tendría que explicarles todo, incluso la parte en la que me emborraché y se supone que, para los señores Rivers, soy la mejor representación de un angelito.

Entré a la casa y decidí darme un baño, estaba sudando el alcohol de anoche y de verdad apestaba.

Cuando salí del baño, me fui a mi habitación para buscar algo que ponerme y me encontré con la sorpresa de que la dulce Agatha —nótese el sarcasmo— no sólo se piró de la casa sino que aprovechó que me quedé dormido en la sala ¡¡para llevarse las llaves de mi habitación!!

Estaba caminando desnudo alrededor de la casa cuando escucho el sonido de la canción de El Exorcista que me sacó de mis pensamientos, Agatha me estaba llamando.

—¿Aló? Agatha ¿dónde demonios estás?

—¡Oh mi Dios que carácter! —chilló ella riendo—; de haber sabido que la bebida te pone de tan malas pulgas, no te hubiera invitado...

—¡Tú si tienes bríos! ¡Si estoy de este humor es porque te has pirado! —Grité, exasperado.

—Hablando de eso... es que verás, me pareció tan tierno eso que dijiste.

—¡¿El qué?!, de no ser porque soy un tipo sano, seguro estaría al borde de un ataque al corazón

—Ay, eso de que me perseguirías por toda la ciudad si me fugaba de la casa que dije, ¿por qué no? la verdad, la idea de ser perseguida es tan emocionante...

—¡Eres un verdadero demonio! —grité— ¿quién te crees que eres?

—Agatha Rivers, la hija de los jefes de tus padres —respondió ella con tranquilidad—, mira Nicky, como te dije, si cumples los tres retos que te pondré, voy a volver a casa y mis padres no se enteraran de este incidente...

—¿Y si no te hago caso?

—Te va a esperar una hermosa reservación en algún centro de Alcohólicos Anónimos...

—¡Eres una perra!

—Tú también, Nicky —dijo riendo.

—Bien, ¿qué quieres que haga? —suspiré, resignado.

—Así me gusta Kirby —dijo ella, ya me la imaginaba con su cara de satisfacción—, flojito y cooperando —rio con ganas, de verdad es la hija de Satán, seguro tiene la marca del demonio dibujada en el cráneo… capaz y me vengo de ella rapándole la cabellera, y así de una vez pruebo mi teoría—. Mira, el primer reto es simple, tendrás que ir a Almacenes De Bijenkorf, como ya sabrás, las llaves de tu habitación están en mis manos y por ende no tienes ropa limpia pero, como soy tan buena, te dejé algo de ropa en mi cama...

Entré a su habitación corriendo para ver si lo que decía era cierto y no podía dar crédito a lo que estaba viendo: me había dejado unos pantalones jeans negros ajustados con estampado
de tigre, una T-shirt fucsia y con la frase «soy gay y busco novio» estampada al frente y atrás, y, para completar el look, unos tenis decorados con lentejuelas.

—¿Te gusta tu outfit? —dijo la satánica voz al otro lado de la línea.

—Tú... ¡¿tú estás loca?! —grité— jamás Agatha, escúchame, jamás usare eso...

—Bueno, es eso o es ir desnudo a Almacenes De Bijenkorf desnudo así que...

— ¿Qué te hace creer que iré?

—Yo lo sé todo Nicky, ¿quieres que te lo demuestre? bien, te diré que contigo no se aplica la famosa Ley de la L y que tienes el trasero asquerosamente pálido.

Al escuchar eso instintivamente traté de cubrir mis zonas nobles mientras sentía como la sangre se concentraba en mi cara.

—Mucho mejor —rio ella.

—¡¿Dónde estás?! —grité de nuevo.

—Cálmate Nicky, te va a salir una úlcera —dijo riendo como trastornada— ve al centro comercial y te acercaras a mi paradero.

—Está bien —suspire resignado— haré lo que me pides.

—¡Perfecto! —dijo— ah, se me olvidaba, tendrás que ir caminando porque te dejé sin dinero en efectivo, ¡adiosito!

Colgó y no me dejó tiempo de responderle, ¿qué demonios? ¡¿iba a caminar por toda Ámsterdam dando un dictamen de orgullo gay?!, Agatha Rivers... ¡¡Te odio!!

Travesuras por toda la ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora