Lo tomo por sorpresa, el abrazo que le daba el moreno era suave pero firme, su rostro estaban demasiado cerca para Souichi quien extrañamente estaba inmóvil, el usual carácter gruñón del omega se relajaba en vez de mostrar su naturaleza apática y tener la sensación de repulsión usual con todos los otros alfas. Le era inevitable, sujeto los antebrazos de Morinaga pero no para alejarlo, en realidad las puntas de sus delgados dedos jugaban ahí, dibujando figuras sobre la ropa de ese polo azul que traía el alfa, se estaba saliendo de control, eso pensó cuando Morinaga acaricio su espalda y cintura susurrando en su oído todas esas tonterías, no era que ese atrevido no le hubiera dicho o hecho algo así antes, pero siempre se mantenía a raya separaba las palabras dulces de los ocasionales abrazos que le daba, siempre, siempre siguiéndole con su estupidez y su enorme sonrisa, pero esta vez estaba tan cerca, había penetrado sus defensas, y estaba deslizando sus manos más y más abajo, ya estaba rozando sus nalgas apretando el agarre en sus caderas, y para peor, su propio cuerpo estaba empezando a temblar... No puedo ser... Maldita sea... Morinaga...
– Senpai eres, grandioso, eres perfecto...
– Callate idiota... Deja de tocar ahí... Y deja de decir tonterías que nadie es perfecto y yo... No lo soy para nada.– Eso susurro dejándose vencer y dando un profundo suspiro, pero era solo para contener el jadeo que su traicionera voz quería soltar, susurro enojado que dejara ya de tocarle, nadie podía tocarlo y menos él que tenia el poder de descontrolar lo, jadeo molesto su usual insulto hacia él para apretar un poco los brazos del alfa. Le molestaba esas palabras, lindo, bello, hermoso, grandioso, un precioso tesoro según él, alguien perfecto según lo que él decía, el no era nada de eso...
Y valla que lo tenía claro y pegado en su mente, a través de todos esos años así fue como había quedado su mas profunda idea de si mismo a pesar de mostrar un carácter de temer y una fuerza interior tremenda ante todos era en realidad solo una forma de protegerse, de proteger su corazón, los jóvenes que a pesar de tener su misma corta edad lo perseguían constantemente para gritar burlas o al punto en que necesitaba encerrarse en un baño solo para que le tiraran agua encima y tras unas risas más se largaran y pudiera al fin salir con las lágrimas contenidas por su orgullo, era horrible, odiaba a esos omegas pero era mayor su ira con los alfas, alfas que no hacían más que burlarse de él con sobrenombres desagradables y manoseos que solo buscaban humillarle, las nalgadas sorpresivas, las risas, los insultos, pasar un rato riéndose del "omega ofrecido" del salón como le llamaron tras unas semanas de su accidente, eran pocos sus momentos agradables en la escuela e inexistentes sus amigos fuera de su hermanito y su alegría solo parecía existir en las clases de química o biología, usaba a menudo su computador para aprender más sobre su problema y su sagrado remedio, los inhibidores de celo, tanto fue su interés que hasta había logrado hacer un prototipo de emergencia que cubría un poco el aroma de omega en celo, pero solo servía una hora, era frustrante para él pero bueno ese había sido solo su primer intento, ooh la ciencia era aire para él paso de pasatiempo a algo mucho más emocionante para él, se decidió, él haría el inhibidor perfecto, la máxima ambición que tuvo fue logras destruir el celo, eliminar esa molestia de su cuerpo, no más celos en omegas o alfas, no mas abuso por esas cosas, la burla entre las castas, no mas embarazos precoces o violaciones, pero sus sueños se encendían y apagaban como guirnaldas por culpa del acoso, estaba harto, ya no estaba dispuesto a todo ello, una tarde su hermano probó que tampoco lo soportaba más y mostró el Tatsumi que traía dentro gritándole para despertarlo, despertar la defensa que no mostraba por no querer caer al nivel de ellos, por temor a que con la suerte que tenia lo culparan a él de todo si se defendía, por esa maldita naturaleza que lo obligaba a bajar la cabeza, pero solo era por sus inseguridades. La idea de ser un niño idiota busca problemas era algo que quería evitar, pero su hermano lo dijo con tanta obviedad que hasta se sintió un idiota por no haber hecho algo durante esas 4 semanas que llevaba aguantando sus burlas y bromas de mal gusto, quien sabe que llegarían a hacerle si no hacía algo ahí mismo, Tomoe le hizo darse cuenta de ello tras verlo gruñendo con fuerza tras haber sido empapado con agua helada, tras ver sus intentos de secar sus cabellos con toallas de papel sentado en el piso del baño... Las palabras de su hermanito fueron lo que detonó su paciencia y no aguanto más, desarrollo su perfecto plan para que cada uno de esos estúpidos pubertos pagaran y sabia como igualar la humillación pero primero debía quitarse de encima a los omegas que lo perseguían diariamente, dejó que lo acorralaran nuevamente pero esta vez no se quedo dentro escondiéndose, cerro los ojos y dejó salir toda su frustración e ira saliendo furioso del cubículo en el que estaba antes de que le tiraran agua de nuevo, con los ojos destellando en tonos dorados mostró una mirada asesina y un gruñido como el del guerrero mas bravo luchó contra sus agresores hasta salir lleno de orgullo del baño de omegas con algunos cabellos de más de un solo color en las manos, de esos que había arrancado de las huecas cabezas de esos inmaduros y valla que había sido más fácil de lo que creyó, no había perdido el tiempo esas semanas se puso a entrenar en defensa personal en caso de emergencias, y en verdad ya estaba harto del agua helada, y irónicamente resulto en que sus agresores eran un montón de debiluchos con boca demás, a final de cuentas buscaban a alguien de quien reír. Orgulloso de que se la pensarían dos veces de ahora en más para molestarlo a menos que desearan terminar con la cabeza mojada pero de agua del inodoro. Ahora seguían los alfas... Era genético, no podría ganarles cuerpo a cuerpo si con un gruñido lo podían detener así que ideo un plan, los alfas eran unos cabeza hueca para él, aunque todo había sido por un descuido con su naturaleza omega, si lograba que los instintos alfa salieran frente a todos sentirían lo que él, la diferencia es que recibirían mas de un castigo ya que a diferencia de los alfa, los omega no peleaban contra nadie, los alfas por naturaleza si y hacían daño si no se controlaban, en especial entre ellos que eran muy jóvenes, eso no seria tanto problema, no los humillarian con términos como "el omega puto" ni los manosea rían y humilla rían a ese punto... Pero al menos lo dejarían tranquilo... A menos que... Una sonrisa aterradora se dibujo en su rostro, puede que si podrían pasar lo mismo que él por un corto tiempo... La idea mas loca llegó a su mente y no se iba a ir, usando químicos del laboratorio mas grande que había ahí empezó a crear una fragancia que resultara ofensiva a base de aromas muy fuertes u desagradables y otra atractiva con variadas muestras de celo imitando el celo de un omega clase 1 añadiendo la escencia floral característica de un omega embarazado, el ahora fértil, el aroma a flores y dulce, en cuanto la otra la lleno de aromas, hedía como un burdel, era asqueroso ese olor además de ofensivo, hasta hizo que sacara la lengua de asco, ooh pero eso sin duda arruinaría su pequeña diversión de grupo, lo disfrazó con una botellita de gas pimienta, era la excusa perfecta para tirarles esa fragancia encima a sus compañeros, todo estaba listo, y eso hizo que el platinado, sonriera malvadamente y soltara una risa traviesa. Casi anhelo que llegara el día siguiente y el grupo de alfas lo fastidiaran, los espio lo suficiente para saber a cuales específicamente les caería cada uno, se iba a divertir cuando sus amadas clases de química terminaran mañana, sujeto los dos frasco de "Gas pimienta" uno rojo y otro azul para diferenciarlos y los metió en su pequeño maletín limpiando todo para que no notaran que estuvo ahí, se aseguro de no dejar ni un cabello,había sido muy difícil alterar la cámara de vigilancia para que no lo descubrieran como para que alguna mancha o cabello suyo lo delataran y arruinaran, tras dejar todo listo salio cual serpiente escurridiza de ahí soltando pequeñas risas malvadas, era tanta su euforia por el triunfo que chocó contra otro niño de su tamaño dándose un cabezazo, pues iba con la mirada en su celular y el mirando que nadie le siguiera.
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F R I E N D S
Fiksi PenggemarSouichi, Tomoe son dos omegas jóvenes, obviamente son muy cortejados mientras dos amigos suyos tienen pareja, ellos prometieron no enlazarse a nadie, a Masaki y Hiroto les toca ayudar a los pobres masoquistas que son los que cayeron antes el tirano...