8/10 El primer día

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Flashback

Flor abrió poco a poco los ojos. El sol apenas empezaba a asomarse y sabía entonces que no había sido la alarma lo que la había despertado.
Entonces, cuando pudo enfocar sus ojos descubrió el verdadero motivo.
Unos pequeños pies con medias de dibujitos estaban apoyadas sobre sus costillas. Continuó el recorrido con sus ojos y vio a su pequeño hijo dormido entre medio de ella y Jazmín. Silvestre tenía la mitad de su torso sobre su mujer y su cara escondida en su cuello, tal como solía dormir ella. Su hijo había descubierto su lugar favorito.
Mientras tanto, Jazmín lo rodeaba con sus brazos y ambos dormían profundamente compartiendo el ritmo de sus respiraciones.
Silvestre no solía pasarse sólo de cama, por lo que estaba casi segura de quién había sido la responsable de que estuviese allí.
Tener esa hermosa imagen frente a sus ojos le impidió conciliar nuevamente el sueño, por lo que prefirió pasar los pocos minutos que le quedaban antes de que suene la alarma, contemplándolos.
Jazmín fue la siguiente en despertar. Sin abrir sus ojos aún, apretó más el abrazo con su hijo, olió su pelo y lo besó allí.

Flor: los miraba enamorada - Yo estoy acá. Por ahí te confundiste y pensás que soy yo, pero tenemos un intruso.-
Jazmín: sonriendo y abriendo poco a poco sus ojos - Buen día mi amor.-
Flor: señalando al pequeño que aún dormía - Esto no está nada bien. Ese lugar en tu cuello es mío, no lo comparto.-
Jazmín: - Vas a tener que negociarlo con él, me parece que está muy a gusto acá.-

Flor no le respondió, se acercó y besó los labios de Jazmín mientras acariciaba el pelo de su hijo.

Flor: - También voy a tener que negociar con su mamá para comprar una cama más grande, porque si lo sigue pasando acá, me voy a quedar sin costillas.-
Jazmín: - Se pasó solo.-
Flor: mirándola incrédula - No te creo.-
Jazmín: - Estaba muy inquieto en su cama. Estaría nervioso porque hoy empieza el jardín.-
Flor: sonriendo - Sigo sin creerte.-
Jazmín: mirándola rendida - Está bien. Yo lo pasé. Pero... no sé. Me desperté a la madrugada y vi su uniforme en la silla... no puedo creer lo grande que está. Quise que volviera a ser mi bebé por un ratito.-
Flor: Acariciando su rostro - Siempre lo va a ser. Pero ahora tenemos que dejarlo crecer.-
Jazmín: sonriendo - Me lo dice la mamá que no quería que deje la mamadera, ni el chupete, ni su cuna, ni...-
Flor: - Bueno, bueno. Todo tiene su justificativo. Y además también estoy aprendiendo a dejarlo crecer. Peleadora.-
Jazmín: robándole un beso - Te amo.-
Flor: - Yo también. Voy a preparar el desayuno.-

Flor pasó a despertar a sus dos hijas mayores. También era su primer día de clases.
Bajaron las tres juntas mientras Jazmín despertaba a su hijo.
Desayunaron todos juntos casi sin cruzar palabras por el sueño que aún tenían.
Al llegar la hora de prepararse para partir, Jazmín se dedicó a juntar la mesa y Flor fue con el pequeño y sus hijas al piso de arriba para vestirse.
Jazmín ya estaba cambiada y esperando abajo.
Primero bajaron sus dos hijas, a quien Jazmín ayudó a terminar de acomodarse y peinar a Meli.
Minutos después bajaba Flor de la mano de Silvestre.
La imagen con su uniforme no se la iban a olvidar jamás.
Tenía unas medias blancas que le llegaban a las rodillas y unas zapatillas del mismo color. El short y la remera, pese a ser el tamaño más pequeño, le quedaban sueltos y tenía el pelo totalmente peinado para el costado y mojado. En su espalda ya tenía colgada su mochila con forma de vaca que era casi el doble de su tamaño.
Jazmín no resistió tanta ternura y se lanzó sobre él levantándolo en brazos y llenándolo de besos.

Viole: - Ma, lo vas a desarmar.-
Silvestre: - Mami. Abajo.-
Jazmín: bajando al pequeño - Perdón, es que casi me muero de amor.-
Flor: - No te mueras que todavía nos faltan muchas cosas.-

Sos todo lo lindo de este mundo  - FlozminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora