Capítulo 5

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Tenia que llegar a la casa de tía Gertrudis lo mas pronto posible, de seguro ahora mismo ya tenían a la policía buscándome o a el ejercito, santo Dios y ¿si hasta la marina me esta buscando?.

Saque mi celular para ver la hora, las 9:05 am.

No quiero ni imaginarme la Santa regañisa que me van a poner.

-Oliver, me tengo que ir.¿Tienes idea de hacia dónde se encuentra la casa de tía Gertrudis?

-Claro que si, recuerda que yo vivo justo atrás

-¿Me podrías decir como llegar?

-Si, pero si me das un beso

-Eres un estúpido

-Y tu una gruñona

-Me dirás hacia donde es ¿si o no?

-Si gustas yo te llevo en mi auto, el única inconveniente es que no se donde esta

-Prefiero caminar

-Entonces no te diré hacia donde es

Rodé los ojos, este chico realmente me saca de mis casillas.

Comenzamos a caminar al rededor del parque buscando su auto hasta que lo encontramos. Se trataba de un escarabajo color rojo.

-Lindo auto.-Le dije mientras tocaba el capote

-Muy graciosa.- Me dijo Oliver mientras hacia voz de bobo

-No le encuentro la gracia en verdad es lindo

-¿En serio te gusta? a la mayoría de las chicas les causa gracia y les da pena que las vean en uno.

-¡Estas bromeando! A mi me encanta, siempre he querido un escarabajo color verde.

Después de una pequeña charla sobre lo maravillosos que son los bochos mi cerebro junto sus cables y recordé que tenía que estar en casa lo mas pronto posible.

Subimos al auto y dos minutos después estábamos frente a la casa de mi tía

-¿Por qué no me dijiste que nos encontrábamos a escasas tres cuadras?.-Rodé los ojos

-No lose, quería traer a mi novia a hasta la puerta de su casa.

-¿Tu qué?

-Mi novia, que acaso no recuerdas que ayer me pediste ser tu novio

-Estas consciente de que ayer me encontraba hasta las chanclas ¿Verdad?

-Sip, pero igual me lo pediste. Así que ahora tu y yo somos una feliz pareja.

-Estas loco si crees que andaría con alguien como tu, lamento decirte esto, no soy yo eres tu. Así que terminamos, si es que en verdad fuimos novios.

-Esta bien, como tu quieras. Solo no quiero que después te arrepientas.

-Creeme que eso no pasara

-Como digas mi amor

Rodé los ojos y baje del auto.

Me pare frente la entrada, abrí lentamente la puerta tratando de no hacer ruido y comenze a caminar en puntillas.

-¿Qué horas son estas de llegar señorita?

Gire rápidamente para ver de quien se trataba.

-Estúpida me asustaste, por poco y me hago en los pantalones

-Quien lo diría la amargada y antisocial de mi hermanita, no llego a dormir

-¿A que hora llegaste tu Melany?

Unas vacaciones perfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora