십이.

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20:43

Lentamente, Jeno fue escapándose del mundo de los sueños, remoloneando y dando vueltas por el sofá, sin querer despertarse del todo. Seguía con el sueño instaurado en su cuerpo y se negó a moverse, así que siguió holgazaneando con la conciencia más despierta, recordando de golpe que se había quedado dormido encima del cuerpo de Jaemin, cuerpo que no se encontraba ni siquiera en la otra punta del sofá.

Jeno terminó irguiéndose y sentándose de piernas cruzadas después de haber bostezado ampliamente sin miramientos, percatándose de la poca luz que llegaba de la cocina, y esos sonidos del fuego y platos moverse. Seguramente Jaemin estaba haciendo la cena.

Aún bastante adormilado, se levantó para dirigirse hacia ese cuarto arrastrando sus pies por el camino y tuvo que cerrar los ojos con molestia por la luz clara de la cocina que quemaron sus ojos sin clemencia. Se frotó sus orbes todavía enfurruñado y los volvió a abrir con dificultad, divisando la esbelta figura de Jaemin enfrente, de espaldas. Cerró los ojos después de haber memorizado su posición, para evitar sentir ese molesto ardor y se acercó a ciegas hasta él. El arrastre de sus pies alertó a Jaemin de que se encontraba en la cocina y cuando giró su cabeza, Jeno ya se había apegado a su cuerpo, posando la zona de sus ojos en el hombro ajeno para así intentar limitar la luz que pudiera traspasar por la piel de sus párpados.

—Jeno hyung, hola —rio con dulzura Jaemin nada más sentir cómo se apoyaba en su hombro, apreciando el tacto de las manos del mencionado en su espalda, aferrándose sin mucha fuerza en su camisa—. ¿Has dormido bien?

Jeno respondió con un leve movimiento de cabeza acompañado de un pequeño ronroneo, siendo cortado este último por otro bostezo intruso. El castaño sonrió adorablemente, ¿cómo podía ser su hyung tan adorable cuando despertaba?

—Veo que aun así sigues teniendo mucho sueño cuando te despiertas —añadió con picardía al recalcar el "mucho", removiendo con sus palillos el ramen que estaba preparando—. Ya casi está la cena, ve a sentarte que dentro de poco la serviré.

—Cinco minutos más... —su voz sonó como un pequeño murmullo, apagado y ronco. Se negaba a separarse de su cuerpo y para hacérselo saber, rodeó su cintura con sus brazos.

A Jaemin le sorprendió eso. ¿Cuándo había conseguido Jeno esa valentía para abrazarlo desde la espalda?

No me jodas que el beso tuvo un efecto en él. Rápidamente rio negando por lo bajo, descartado esa idea. Esto no es un cuento de hadas, Jaemin idiota.

Jaemin lo dejó, tampoco le molestaba que estuviera de esa forma, en el fondo le encantaba. Demasiado.

A medida que el ramen estaba terminando de cocinarse, en un momento dado Jeno abrió sus ojos y posó su mejilla en la parte posterior del hombro ajeno para observar su traza con la cocina.

—Huele muy bien —declaró mostrando su voz menos áspera, sin separarse ni un ápice del cuerpo que se encontraba abrazando tan naturalmente.

—¿Verdad que sí? Seguro que está muy rico, no había probado este ramen antes —le explicó entusiasmado, tomando un poco de los fideos, los cuales sopló con la mano debajo de ellos—. ¿Quieres probar?

El que recibió la pregunta asintió risueño, acercando su rostro hasta la mano del contrario que ayudó a introducir el inicio de los palillos en su boca y así atrapar consigo los fideos que los terminó de adentrar en su cavidad bucal en un rápido sorbido. A continuación, apoyó su barbilla en su hombro saboreándolos con calma. Terminó sonriendo y aproximando su nariz en el cuello ajeno, enterrando la punta de esta en sus cabellos. Jaemin casi sintió sus piernas temblar al sentir su nariz inspirar lentamente.

Looking at you ❜ ┊ jaeno _ nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora