Mi Inepto Vecino

Capitulo 1 (Un Nuevo Comienzo)

Capítulo 1 (Un Nuevo Comienzo)

•Jessica•

Ya no tenía idea de que música poner en mi celular, en el camino prácticamente había escuchado todas las que tenía. Me decidí por Demons de Imagine Dragons.

-¿Cuando llegamos?- le pregunte a mi madre, la cual estaba manejando el auto y se le notaba algo molesta.

-¡Jessica!- exclamo- Deja de preguntar cuando llegamos, solo escucha tu música y a mi déjame manejar en paz.

No soportaría una hora más sentada en este auto. No sentía mis piernas y mi trasero comenzaba a dolerme. Estaba aburrida así que comencé a cantar.

"When you feel my Heat look into my eyes, it's where my demons hide, it's where my demons hide."

La verdad era que esta canción era una de mis favoritas, me identificaba mucho con ella pero solo la cantaba para irritar más a mi madre y al parecer lo logre.

-¡Jessica!- grito mientras detenía el auto- ¡Por favor! ¿Me harías el favor de callarte de una vez?

Luego, volvió a acelerar el auto mientras yo solo rodaba los ojos. No iba a discutir con ella ya que sería un casi perdido, ambas éramos muy orgullosas. Subí la música de mi celular y continúe observando por la ventana. Al parecer estamos llegando a nuestro destino.

Mi madre y mi padre se separaron, por esta razón mi madre se decidió mudar a Wisconsin. Me gustó la idea de mudarme, no soportaría seguir viviendo en Florida. Mire mis brazos y observe las marcas, esas marcas que cada vez que las veía mostraban lo cobarde que pude llegar a ser. Baje las mangas de mi camisa para no verlas y no acordarme de lo que ahora sería mi pasado. No volvería a dejarme humillar por nadie, jamás.

-Llegamos- aviso mi madre mientras detenía el auto.

-Ya era hora- exclame algo aliviada.

La casa era enorme, hermosa y estaba rodeada de muchas otras casas, al parecer tendría muchos vecinos y no sé si eso era algo bueno.

-Hogar, dulce hogar- comento mi madre.

El camión de la mudanza ya había llegado y comenzaron a acomodar las cajas dentro de la casa. Mi madre corría de lado a lado dando indicaciones de donde podían colocarlas.

Subí las escaleras para escoger mi habitación. Escogería la más grande ya que quería estar cómoda en mi nuevo hogar.

-¡Jessica!- me llamo mi madre desde la sala.

Baje las escaleras y vi a mi madre en la puerta hablando con unas personas.

Me acerque a estos.

-Jessica, ellos son nuestros nuevos vecinos y vinieron a darnos la bienvenida- dijo mi madre señalando a los que estaban parados en la puerta.

-Mucho gusto Jessica, somos los señores Thompson y esta es nuestra niña Valerie- la señora señalo a su pequeña niña con una gran sonrisa.

Observe a aquella familia. La niña tenía unos seis años, esta era rubia, de tez blanca y ojos amarillos, se parecía mucho a su madre. El padre por el contrario tenía la tez morena y ojos verdes.

-El gusto es mío- dije devolviéndole la sonrisa.

-¿Así que tienes solo una niña?-pregunto el señor.

-Sí y por lo visto ustedes también- contesto mi madre con una sonrisa.

-No, también tenemos un chico de diecisiete años. Su nombre es Aiden, pero no está con nosotros porque se sentía un poco mal y no pude venir a recibirlas.

-¿Escuchaste Jessica? Solo te lleva un año más de edad, quizás se lleven bien- dijo mi madre algo entusiasmada.

-Sí y de casualidad estudia en el mismo colegio en el que Jessica comenzara- la señora Thompson estaba igual de entusiasmada que mi madre.

-No lo creo- dijo la pequeña Valerie- Aiden es un amargado, no creo que quiera conocer a Jessica ya que se negó a venir a recibirlas hoy.

Los señores Thompson la miraron seriamente y luego nos miraron a mi madre y a mí algo avergonzados.

¿Así que el tal Aiden es un antisocial?

-Lo que Valerie quiso decir fue que Aiden se sentía mal y no pudo recibirlas- la señora Thompson intento ser amable y arreglar lo que había dicho su hija.

Por supuesto, fue un intento fallido ya que no le creí nada.

-Está bien, lo conoceremos en otra ocasión- mi madre intento no hacerlos sentir incomodos.

-Bueno pues, las dejamos para que continúen acomodando sus cosas. Bienvenidas a Wisconsin.

-Adiós- dijimos mi madre y yo.

No se la razón, pero sentía que me llevaría muy mal con el tal Aiden.

A la noche, ya tenía la mayoría de mis cosas acomodadas en mi cuarto. Tenía que acostarme temprano ya que mañana comenzaría en mi nuevo colegio.

Recordé el pasado, esos días en los que me humillaron. Tenía miedo a pasar por todas esas cosas de nuevo. Pero ya no soy la misma tonta e inmadura Jessica, ahora soy mucho más madura y créanme que mucho más fuerte.