Un dia como cualquier otro

9 2 0
                                    

Destellos pasan por mi mente, recuerdos que no puedo olvidar.

6 de abril de 1986 dos años antes de mi muerte y aquí estoy sentado en mi cama mirándome en el espejo viendo la felicidad reflejar, se desborda mi mente de pensar que te tengo en mis brazos, todo marcha bien, mi trabajo, mi familia, mis amigos, y eso me pone alegre.

Voy camino a mi trabajo y al caminar solo pienso que soy tan afortunado de tener todo y de haberlo aprovechado, los pequeños momentos que me habían echo feliz.

Llego al trabajo y encuentro todo en orden, mi jefe está orgulloso de su trabajador estrella o bueno eso siempre me decía jajaja, mis compañeros de trabajo, todo va normal, y ahí estaba ella una de mis compañeras de trabajo que me llamaban la atención y no era por nada, pero era algo que tenía pero ese algo no sabía que era, vivía confundido porque ya tenía a alguien en mi vida y esa persona no la podía defraudar por solo una conocida. Recuerdo que se llamaba Mariana, era un poco alta, rubia, ojos verdes, era chistosa, le gustaba el arte como a mi, pero cada vez que la veía sentía que no podía verla que ya había alguien. Por mucho tiempo vivi confundido hasta que un día me hice la idea de que ella no podía estar en mi vida, porque yo no era así, no le iba a hacer daño a esa persona que tanto amaba, porque lo que si sabía era que no iba a traicionar nuestro amor por mucho que pasara porque era la primera persona Para mi y eso lo era todo. Siempre espere que tú también hubieras echo lo mismo, no lo supe si lo hiciste bien o mal te lo dejo a tu conciencia porque lo que si se es que en mi conciencia lo intente todo para no hacerte sentir mal.

Un día como cualquier otro salimos a cenar como siempre lo hacíamos cuando llegaban los fines de semana y se que me sentías incómodo al momento de expresarme, pero no era que estuviera incómodo es que sabía que ya había cortado todo lazo con mariana que ya no volvería a sentir nada porque lo único que sentirá iba a ser para ti y eso me ponía feliz pero también comenzaba a sentir duda respecto a que si tú hubieras echo lo mismo.  Tú me preguntaste que si ocurría en el trabajo algo y te repetí de seguido que no, porque no pasaba nada era la verdad, mi mente te quería decir toda la verdad aunque no hubiera pasado nada con Mariana solo te lo quería decir se supone que de eso trata una relación donde no hay mentiras y solo hay amor, donde el perdón lo puede lograr todo.

Mientras cenábamos miraba mí comida y pensaba es hora de decirle.

Y sin tanto preámbulo te dije lo que sucedía, sentí como tu mirada cayó rápido pero me miraste a fijamente a los ojos y recuerdo que me dijiste " No es nada amor, esto le puede pasar a cualquiera"  y desde ahí me sentí bien no solo por haberte contado si no que sabía que no pasaría más nada, el amor había crecido porque sabía que había perdón mutuo.

Pero me perdonaste de verdad? O solo lo que dijiste fue para hacérmelo creer?

Desde que me fui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora