PlayBoy. [2jae]

•Capitulo tres.

- no te resistas más... -dije apresurandome a delinear su mejilla para besar sus labios de una manera lenta apresando su inferior entre mis dientes volviendo a los segundos para introducirme en esta, lo que más me sorprendió fue que el menor comenzará a corresponder...

Parecía haber aceptado lo que venía, su cuerpo se había relajado y se dejaba llevar por mis decisiones, me aparte de sus labios al momento de que me quedaba sin oxígeno, el chico mantenía sus ojos vagando sin un destino claro, sus labios hinchados y húmedos me llamaban desesperados por más. Mis manos estaban frías, acariciaron su mejilla derecha para comenzar a deslizarse por su cuello hasta sus clavículas terminando en su abdomen bajo donde sus caderas se encendieron con un leve movimiento de respuesta. - ¿que sucede gatito?...pensé que no querías que siguiera.- este negó para tragar en seco sus manos ahora libres se pasaron a su regazo cubriéndose sin resultados.- n-no lo pude evitar.- se excusó a la defensiva arrepintiéndose por su tono utilizado. mi mano inmóvil al borde de la tela atrapó esta para jalarla con cuidado.

Quiero verte.- Murmuré en un tono grave tirando de esta prenda con más fuerza, su nerviosismo volvió a hacerse presente pero mi impaciencia también, con ambas manos desnude al chico de aquella pequeña tela dejando su intimidad a mi vista, una queja asemejada a un jadeo se escuchó de su parte mientras titubeaba en corresponder mi mirada, mi impaciente carácter se hizo presente a la vez que separaba las piernas del menor quedando en medio de estas acercándolo en busqueda de más contacto.- obedece y todo será más fácil para ambos o más bien para ti, me gusta que te hagas el difícil. - quite la corbata color vino de mi cuello a la vez que libraba un par de botones, eleve la pierna derecha de aquel chico hasta mi hombro, mis labios recorrieron desde su tobillo hasta su muslo con cortos besos y mordidas que quedaban plasmadas sobre su piel. Los suspiros de aquel se volvían cada segundo más audibles al igual que su corazón, estaba tal cual quería en ese momento. Su piel clara y lisa se encontraba ahora demandada como propia y la belleza de su cuerpo claramente había sido apreciada por primera vez.- estamos listos...lo haz echo bien.- dije con una sonrisa para acercarme a besar su frente.

La confusión en su rostro era palpable al igual que su asombro, sus labios rectos sin alguna expresión me gustaban de una manera que le imaginaba dulcemente atendiendome completo a mi merced. Acaricie su muslo por ultima vez para apartarme en silencio terminando por quitar la camisa blanca azulada que vestía, entregue esta al rubio que entendió de inmediato que debía vestirla. Mis pantalones cayeron al suelo quedando tan sólo con la fina tela del bóxer ante él, me gire encontrándole la mirada fija sobre mi cuerpo algo marcado a lo que Sonreí sin disimular. Aparto la mirada avergonzado cuando comencé a acercarme hasta él, estaba despeinado, como si su pelo se hubiese acostumbrado a la presencia de las sabanas tras su cabeza, lleve mi índice hasta su mentón para elevar la mirada curiosa y temerosa de aquél. - no temas de mi, ahora es momento de descansar. - asintió dudoso apresando entre sus manos la tela de mi camisa.

mi lengua humedeció mis labios para tomar la decisión de caminar hacia el lado izquierdo de la cama, me cole bajo las sábanas mientras la mirada del contrario se mantenía fija en mi a la espera de una orden clara y estructurada, fácil de comprender y seguir. Abrí las sábanas a mi lado para invitarle con una mirada a acercarse, se acercó gateando dudativo para recostarse lejos de mí. Su mirada no había perdido el miedo ni la desconfianza, solo la había disimulado y perdido por momentos, pero allí estaba apartado como si una pared le mantuviera seguro de mi cuerpo. - ven aquí. - ordené bajo apagando las luces, ahora no podía verle pero eso no impedía que hiciera de las mías, su cuerpo se movió hacia mi quedando de espalda a centímetros de mi cuerpo, rodee su cintura con mis brazos haciendo desaparecer la distancia entre nuestros cuerpos. Se encontraba desnudo bajo la tela de la camisa, mis manos dejaron caricias sobre su cintura notando como su respiración se alteraba haciendo su pecho subir y bajar pero me detuve escondiendome en el hueco de su cuello, aspire una vez más el aroma para cerrar mis ojos.- duerme bien, Youngjae.- deposite un beso en la parte trasera de su cuello acomodandome mejor, tras unos minutos tome el sueño sumiendome en el mismo. En cambio el contrarió dudoso si dormía o no se mantuvo estático relajándose al pasar el rato y que mi cuerpo no mostrará indicios de seguir. Allí fue cuando sus sollozos se hicieron presentes, de confusión y de alivió ya que temía bastante el tener que hacer cosas en su contra, sollozaba en silencio para no despertarme, sus manos fueron hacia las mías dejando leves caricias como agradecimiento, divisó el nombre bordado en mi camisa para suspirar.- gracias Sr.Im.- dijo para secar sus lágrimas durmiéndose por el cansancio que llevaba en su cuerpo.

Al día siguiente desperté acompañado aun por su presencia, se veía cómodo y tranquilo, pero debía de ir a trabajar.- Youngjae...- susurré sobre su oído para verle despertar de inmediato, su mirada parecía triste pero aún así esbozó una sonrisa de cortesía. - buen día Sr. Im.- la sorpresa me la lleve yo esta vez, pero agradecí y me levante. Busque algunas prendas algo más cortas o pequeñas para el chico desnudo, se las ofrecí para desaparecer hacia el cuarto de baño. Debía pasar a dejarle a su hogar y luego ir a mi trabajo, pensaba bajo la calidez del agua, me vestí en el mismo cuarto para al salir verle ya de pié, sonrió observándome por completó parecía algo atraído por como vestía. - te llevare a casa, así que vamos. - pude divisar como asentía y las marcas moradas sobre su cuello resaltaban...

N/A: capitulo tres listo :3 no me pude aguantar las ganas de publicar, además si no publico no me viene la imaginación... Espero les guste y disfruten de él. Gracias por todo y ya saben...aún queda mucho más.