•Capitulo once.

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Jaebum Pov

seguí buscándole hasta dar con él. Llevaba un casaca ceñida al cuerpo de color negro y su pelo se encontraba diferente como si se hubiese tomado el flequillo, camine sin poder llamar su atención, estaba distraído y sus ojos enrojecidos. Al estar más cerca pude notar su pelo, lo había recortado de mala forma y algo de maquillaje adornaba su rostro.— bebé... — dije tocando su hombro para encontrarme con un chico asustado y alerta.

Al reconocerme su expresión se relajo para desviar la mirada notoriamente desganado.— eres . — dijo algo seco para levantarse rodeando mi cuello para terminar por besar mi mejilla.—¿ahora podemos irnos? No quiero seguir aquí. — dijo sobre mi oído para comenzar a caminar por delante de mí, estaba raro, alejado y ajeno a su ternura. El dulce aroma a vainilla estaba desaparecido y sustituido por el aroma a alcohol. Le seguí por el pasillo hasta salir, este se encamino hasta la puerta derecha intentando abrir pero no se lo permití ya que debía entregarle la sorpresa. Tome el ramo sobre el capo para cubrir con una de mis manos sus ojos.— te tengo una sorpresa.— dije en un tono suave pero grave a la vez.

Este se removió para descubrir sus ojos para quedarse observando el ramo rojo, una sonrisa triste se coló en su rostro para fregar sus ojos evitando tal vez llorar.— están hermosas...— susurro con cierto aire de voz rota de por medio, parecía volver a ser aquel chico tímido y frágil, las estrecho a su cuerpo para observarme.— son una docena de rosas.— mis manos se colaron por su cintura acercándole a mi para poder besar su frente.—tienen un significado bebé..."quiero que seas completamente mío".— susurré en un tono solo para nosotros, este beso mis labios cortamente sin decir mucho.—así quisiera.— su tono triste y comentario me descolocó un poco pero le reste importancia para hacerle subir.

De camino a casa un silencio extraño reino en el auto, mi mal presentimiento me amargaba la boca al no poder descubrirle, el menor solo observaba las rosas dando leves caricias a las mismas a cada rato. Al llegar a casa estacione el auto para observarle al llegar.— aquí estamos.— dije intentando hacerle sonreír, pero en cambio este dejo las rosas sobre el asiento para subir a mis piernas rápidamente atrapando mis labios sin poder actuar antes de eso. Era un beso intenso, amargo y extraño, como si aquel chico no fuese el mismo. El sabor a alcohol no era dulce, sino agrio y molesto. Le aparte con cuidado para poder observar su rostro pero este alcanzo las flores para bajar y seguido hice lo mismo manteniendome en silencio a la vez que nos aproximábamos a la casa.

Entramos sin encontrar a muchos empleados, aquel día no me habían esperado en la entrada para no incomodar nuestra llegada, este se adentro en mi habitación cerrando la puerta para cuando entre.— Youngjae, ¿que sucede?.— consulte en un tono serio y preocupado por su comportamiento pero este no contesto comenzando a quitar mi saco y a desabotonar mi camisa.— no sucede nada Jaebum...solo quiero ser tuyo.— una sonrisa aparentemente fingida se poso en sus labios a la vez que me hacia caminar hasta la cama donde finalmente me senté. Este no tardo en subir sobre mis piernas para acariciar lentamente mi cuello comenzando a repartir besos por el mismo.

Colé lentamente mis manos por debajo de la casaca recibiendo a cambio una leve queja al rozar su espalda seguido de una negación. — no...hoy no.— dijo a la defensiva quitando mis manos.— ¿que escondes?.— mi tono comenzaba a sonar molesto y hartado, no me gustaba que me ocultara cosas y mucho menos que se comportará así. Los nervios se hicieron notoriamente visibles en su rostro al punto de no sostenerme la mirada. En un movimiento rápido le deje sobre la cama escuchando una fuerte queja adolorida de su parte, jale de la casaca con fuerza desprendiendo los botones de inmediato.

Al ver la imagen de su cuerpo lleno de hematomas, rasguñones y marcas el corazón se me subió hasta la garganta, este llevo sus manos a cubrirse a la vez que sus ojos se aguaban dando una expresión de miedo, vergüenza y dolor. — ¿quien te hizo esto?.— exigí a que contestara con una voz grave, profunda y baja llegando a estremecerme a mi mismo. — dejame...no me veas.— susurro sentándose con dificultad intentando ordenar su cabello mal cortado. la poca cordura que me quedaba se resbala de mis manos al punto de tomarle por los hombros obligando a que me mirara.— !¿quien mierda te hizo daño, Youngjae?¡—  esta vez había alzado la voz dejándome más en claro su miedo pero respondió.— mi padre...— dijo casi en un jadeo que me metió en el alma haciendo que todo el malestar aumentará.

¿el corto tu cabello? ¿verdad?.— hablaba entre dientes forzando la mandíbula tensa sin darme cuenta que presionaba con algo de fuerza sus hombros. El menor asintió dejando caer algunas lágrimas a la vez que intentaba cubrir su cuerpo. Pase mis dedos sobre su mejilla retirando el maquillaje de estas dejando expuesto morados e hinchados hematomas. —  lo voy a matar.— dije seguro de mis palabras intente girarme pero este me sujeto.— no Jaebum... No lo hagas.— dijo con la voz entrecortada por las lágrimas haciendo que me alterara aún más, aparte su mano con cuidado para caminar hacia la puerta, pero este fue más rápido parándose frente a esta negando mientras observaba mis ojos.

Te he dicho que no.—  me repitió al momento que pose mi mano sobre el pomo de la puerta para girarlo. El leve dolor sobre mi mejilla se hizo presente siendo más escandaloso el sonido del golpe a mis oídos. Aun no podía creerlo, el chico me observaba con las mejillas descociendo en lágrimas, su diestra temblaba por lo hecho y mi ceño se fruncía a la vez que daba un par de pasos hacia atrás. Lleve una de mis manos a mi mejilla acariciando esta.— lo siento...— dijo temblando a la vez que se acercaba intentando llevar sus manos a mi mejilla ahora roja.— J-jaebum no fue mi intención hacerlo.— di otro paso hacia atrás para  observarle.— nunca más en tu vida te atrevas a golpearme.— dije tajante para quitarle el seguro a la puerta. El menor me observaba recogiéndose así mismo a la vez que se agachaba, llame a una de las encargadas para garabatear una dirección rápidamente. — hoy no te quiero aquí, pero tampoco te iras donde ese animal.— dije observando sus ojos a lo que este no respondió mientras lloraba escondiendo su rostro, me gire notando las flores en el suelo, destrozadas y marchitas por el ambiente...


N/A: Doble actualización a playboy :3 perdón por esto :( mi ánimo anda remalo y lo tenia previsto antes todo esto pero no tan fuerte :( yy debo decirles algo. Preparence para lo que viene que no es muy lindo.
Me disculpo de antemano y espero que aún así les guste y disfruten la historia, un besito y abrazo para ustedes. Les adora su moonlight.

PlayBoy. [2jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora