¡Rayos! No se donde dejé mi pasaporte, la última vez que viajé fue con Nick hace dos años, mi ex novio.
Olvidé que se siente estar fuera del país. Empecé a lanzar cada libro que estaba acomodado perfectamente sobre el estante cayendo al suelo buscando el bendito pasaporte.
No está aquí. Me dirigí a mi habitación y saqué todo lo que estaba dentro del cajón de la mesita de noche, rayos. Mañana me tengo que ir a Milán con el hombre de mi vida y no tengo ni una maleta hecha.
Pero mi búsqueda ilógica se detiene cuando oigo a lo lejos el sonido de mi timbre, y tengo que correr a abrir.
Es Annie, mi mejor amiga, y no la llamé pero gracias al cielo vino, con una pizza entre sus manos.
—¿Olvidaste el jueves de chicas, verdad?— ¡Rayos! Todo me tiene que salir mal hoy. Annie y yo nos reunimos cada jueves para hablar de nuestras vidas, chicos, ver películas, consejos del corazón.
—Perdón, pero mañana viajo con mi jefe y no encuentro mi pasaporte y no se que llevar— respondo mientras trato de acomodarme en mi sofá.
—¿Con tu jefe? ¿El amor de tu vida? ¿El protagonista de tus fantasías sexuales?— asiento con la cabeza— Yo te ayudo con la maleta y tú encárgate de buscar tu pasaporte.
Annie se dirigió a mi habitación seguramente para hacer la maleta y yo me levanté a buscar, revisé la cocina por si acaso y luego abrí el refrigerador.
Estaba ahí. Muy bien Virginia, y así el jefe dice que eres una persona de su plena confianza.
—¡Ya lo encontré!— grité felizmente para luego besar mi amado pasaporte.
Lo miré y como siempre la foto era asquerosa, tenía los ojos entrecerrados por haber estornudado y tenía mis datos:
"Nombre: Moncrieff Virginia Marie
Fecha de nacimiento: 24 de mayo del 1998
Grupo sanguíneo: O-
Nacionalidad: inglesa
Fecha de expedición: 17 de abril del 2017
Fecha de vencimiento: 31 de mayo del 2022"Suelto un suspiro y voy a mi cuarto, donde Annie en menos de lo que esperaba tenía una maleta grande lista.
La abrí para revisar: tenia mi ropa empresarial, casual, pijamas, lencería que compré hace años por si me decidía a tener relaciones sexuales con Nick, pero no pude hacerlo y ropa interior.
—Muchas gracias— le doy un abrazo muy fuerte a mi mejor amiga desde hace años—. Ahora miremos televisión y cuéntame como vas con tu "papi".
—Pues te lo resumiré en una palabra: muchísimos lujos— dijo para luego mostrar un hermoso brazalete de oro que se ve más caro que todo mi departamento junto—. ¿Avances con tu jefe?— negué con la cabeza, no sé coquetear y mucho menos seducir— por Dios Virginia, es el hombre más mujeriego del país, se ha acostado con casi todas las mujeres de la empresa y no se te ocurre coquetearle. Debe ser un fácil y tú perdiendo el tiempo.
—Claro Annie, mañana en el avión me sentaré en sus piernas para luego tener sexo en el avión.— respondí con sarcasmo a lo qué Annie se rio.
—Tú eres bruta para los hombres Virginia. Vas a estar en otra ciudad con el amor de tu vida, te recuerdo que le terminaste a Nick por él, y ahora te da pena seducirlo. No. Ponte tus vestidos más sexys, sal de fiesta, ponlo celoso con otros hombres, guíñale el ojo, tú vas a actuar, como sea.
Annie está loca, pero es cierto. Renuncié a una relación por un hombre que no me quiere, lo mínimo que puedo hacer es intentarlo.
Le di otro bocado a mi deliciosa pizza y la miré fijamente. Como sea seduzco a ese hombre en Milán.