Primer encuentro

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Lincoln se despertó con una horrible resaca, y no era para menos, ya que había cerca de 6 botellas de wiski en el piso. Cualquiera diría que Lincoln pudo haber entrado en coma etílico pero no, al parecer su constante ejerció y forma de vida, le ayudaba a que no se muriera por una congestión alcohólica.

Lincoln se levantó lentamente del sofá y dejo la foto de su familia en la mesa de centro y se dirigió al baño para poder lavarse la cara y prepararse para el trabajo. Una vez que estuvo en el baño se enjuago la cara con la esperanza de que así pudiera refrescarse, al momento de sentir el agua fría en su rostro, pudo sentir como si miles te navajas le cortaran el rostro pero ignoro esa sensación y cuando se vio al espejo, pudo ver una imagen muy peculiar.

Lincoln pudo ver como Royal Woods estaba en llamas, un enorme incendio estaba devastando todo a su paso pero lo raro era que el fuego era de color morado y por si fuera poco, él pudo ver las siluetas de sus difuntas hermanas, asesinando a inocentes de formas brutales y atroces. Lincoln se horrorizo al ver esa imagen y en dado momento pudo ver como la silueta de Lucy, Lynn, Luan, Luna y Lori masacraban a Haiku, Polly, Giggles, Tabby y Carol respectivamente. Cuando Lincoln las miro nuevamente, ellas tenían pupilas rojas pero antes de poder decir algo fue atravesado por lo que parcia ser la hoz de una guadaña que tenía llamas rojas.

Lincoln se exalto ante esto y respiro pesadamente, miro al espejo para luego revisarse el abdomen.

Lincoln: maldición, ahora estoy alucinando cosas.

¿?: Yo no estaría tan seguro.

Cuando Lincoln escucho eso miro al espejo y este se rompió dejando tanto asustado como impresionado al peliblanco.

Lincoln: ¿Qué demonios?

El repentino sonido del teléfono de la casa, capto su atención y salió del baño para contestar pero aun pensaba en lo que ocurrió hace unos momentos ¿Qué fue eso? ¿Alguna clase de premonición, una pesadilla despierto? Ni el mismo podía saberlo por lo que opto por ignorarlo.

Lincoln: (contesta el teléfono) buenos días.

Haiku: hola Lincoln ¿Cómo has estado?

Lincoln: bien, como siempre ¿necesitabas algo?

Haiku: espero que no te hayas embriagado como el año anterior y el anterior...

Lincoln: no...claro que no.

Haiku: no me mientas ¿Cuántas botellas bebiste?

Lincoln (mirando a las 10 botellas que estaban en el piso) una.

Haiku: tengo el presentimiento de que hay que agregar un cero a esa cifra.

Lincoln trago saliva y se quedó en silencio un momento, esto le dio la razón a la chica gótica.

Haiku: sé que no eres un niño y tampoco puedo prohibirte nada pero me preocupa toda esa cantidad de alcohol que ingieres cada año. Sé que aun las extrañas pero no es motivo como para que...

Lincoln: ¡ya lo sé! Ya lo sé...perdón por alterarme, desde que recuerdo, tú y Carol son las únicas que han tratado de apoyarme tanto como pueden. Lo aprecio mucho pero es una carga que debo llevar solo.

Luego de decir eso, Lincoln colgó la llamada; por su parte Haiku colgó el teléfono y suspiro.

Haiku: no es necesario que lleves esa carga tu solo, debes dejar que alguien te ayude Lincoln.

Lincoln salió de la casa Loud, se dirigió a la entrada del garaje, ya que ahí se encontraba su auto, un Mustang del 69 color negro. Lincoln logro encontrarlo en una deshuesadora hace un par de años y lo compro por 300 dólares, durante 3 años, trabajo cada fin de semana y en su tiempo libre para volver a darle vida a ese auto, en todo ese tiempo invirtió bastante dinero pero eso no le importo, ya que en ocasiones se imaginaba así mismo reparando y revitalizando a ese auto junto con Lana.

DOS TIERRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora