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Kiong Sinon

Mi primer año de universidad.

Mi primer año de dos.

Miraba con vacilación la entrada; alumnos saliendo y entrando, preocupados de su futuro, aspirantes a alguna carrera en la cual seguro tendrán éxito. Parpadee varias veces y suspiré.

Entrarás ahí, tendrás clases como una persona normal. No es tan complicado.

Troné mis dedos y apreté mis ojos. ¡Vamos Sinon! No es necesario que dialogues con alguien.

Avancé, finalmente cruzando el arco de la entrada. Los pasillos eran más grandes e impresionantes de lo que esperé, casilleros a ambos costados de los pasillos, muchos alumnos, pánico creciente en mi interior. Intenté demostrar confianza o que al menos sabía dónde me dirigía.

No me di cuenta cuando estaba totalmente perdida. Mordí mi labio inferior con el entrecejo fruncido, hasta que sentí una voz atrás mío.

—¿Perdida?

Profunda, suave pero al mismo tiempo seria, bastante encantadora de alguna forma. Giré sobre mis talones para poder observar a un chico, me llevaba por unos centímetros... unos varios centímetros, su cabello era celeste pastel, su piel estaba muy pálida pero se notaba que era natural, sus ojos oscuros, sus facciones suaves y cutis que parecía de porcelana. Era bastante adorable a simple vista, pero conocía este tipo de personas -gracias libros-, seguramente su personalidad sería fría, sabía lidiar con eso.

Me crucé de brazos, apoyando mi peso en sólo una pierna. Tamborilee con 4 dedos mi brazo mientras miraba el reloj del lugar fingiendo distracción, luego volviendo a verlo.

—¿Se nota mucho? —Enarqué una ceja con una amable sonrisa.

Por alguna razón, no me daba tanto miedo este chico. Quizás porque...

Escuché sus suaves y algo roncas risas. Relamí mi labio inferior por inercia observando sus ojos cerrados por las risas y luego él abriéndolos. Como si todo estuviera pasando en cámara lenta.

—Bastante —exclamó finalmente y con simplicidad.

—Lo siento.

—No hay problema —chasqueó su lengua y entrelazó sus dedos en su nuca, sus brazos quedando en forma de arco—. ¿Necesitas ayuda?

—Por favor —alcé ambas cejas. El entendió el punto, asintiendo.

—Bien. Uhm, primero ¿qué estudias?

—Artes Musicales. Oh, ¿y tú?

Me observó relamiendo sus labios. Oh mierda, es demasiado atractivo para mis jóvenes hormonas.

—Que curioso, yo también —noté algo de vacilación en su voz—. Supongo que eres de primer año, no te conozco de segundo año. Apostaré a que eres de la clase B.

Entrelacé mis manos en mi espalda y cambié el peso de una pierna a otra. Sonreí divertida al verlo sonreír ladeado.

—Todo correcto menos lo último. Clase C.

Tronó uno de sus dedos mientras hacía un ademán con su brazo, como si de verdad se hubiese frustrado por no acertar.

—Mierda, casi. Bueno, conozco el aula. Es por aquí.

Se volteó sin esperarme y comenzó a caminar a las escaleras. Reí divertida y empecé a caminar detrás de él, siguiéndole y teniendo tiempo de apreciar sus reposaderas, que de alguna forma estaban bien formadas.

A penas me di cuenta cuando llegamos, yo dedicándole una suave sonrisa.

—Gracias.

—De nada.

Nos miramos unos segundos en silencio.

—Pues... ya debo entrar —me quedé unos segundos pensando. "Hasta luego" no podía decir, quizás el no quería verme. Tampoco un simple "hasta pronto"—. Adiós —dije finalmente entrando al aula sin esperar respuesta.

Sin embargo sentí su mirada sobre mi hasta que entré en el aula y cerré la puerta.

Sin embargo sentí su mirada sobre mi hasta que entré en el aula y cerré la puerta

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Confía [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora