heart attack / markhyuck

I

Mark tiene ganas de maldecir porque el auricular se ha puesto rebelde justo antes de comenzar el show.

Siente la mirada llena de diversión de Yuta y quiere darle un puñetazo. Cuando tenga la oportunidad dirá: "¡Te lo dije, mocoso!" porque le había recomendado un par de veces que cambiara aquel aparato viejo.

Pero a él le gustaba su auricular. Cuando consiguió escuchar correctamente, se corrió a su puesto, dado que, como siempre, Chittaphon iba a abrir el show.

Caminó hasta el costado, sentándose en el borde del escenario. Se conocía ese número de memoria y siempre causaba la misma historia colectiva en el público. Chittaphon siempre ponía a la gente dónde y cómo quería.

Mark mueve la cabeza al ritmo de la música mientras mira al público. Conoce el rostro de los fanáticos que asisten a menudo y a veces les gusta saludarlos con un gesto de la mano. Otras veces sonríe para las fotos que toman con sus teléfonos.

Entonces, sobre el costado y pegado a la barra, empapado por una luz roja, sus ojos se quedan pegados más de lo debido a un muchacho que nunca antes había visto y que, definitivamente, no era de ese ambiente.

El muchacho estaba apoyado de espaldas a la barra, con sus codos apoyados sobre la madera y aparentemente no estaba tomando nada. Movía la cabeza como él, pero no parecía tan entretenido o eufórico como el resto del público y quizá por eso había captado su atención.

Mark maldijo en su mente, mordiendo el interior de su mejilla porque el chico estaba llevando ropa al cuerpo, era de entrenamiento. Él usaba la misma ropa cuando entrenaba y cada bailarín en el mundo seguramente la usaba, ¿así que por qué le llevaba tanto la vista?

Sus miradas se cruzaron y Mark sintió que el resto del mundo se convertía en ruido blanco. Parecía que él se había quedado en su mirada tan sin querer como él mismo lo había hecho.

Se obliga a sí mismo a desviar la vista cuando siente que Chittaphon está terminando su número y se levanta porque tiene que apoyar a Lucas, el nuevo, quien todavía se siente nervioso frente a un público tan grande.

Él no rapea, pero lo acompaña con woos, yeahs, ajás y frases sueltas en inglés que siempre quedan bien, no importa el contexto.

Evita a toda cosa mirar hacia su izquierda, porque ahí está el hermoso muchacho y no quiere perder el tiempo. Lucas se ha lucido y luce feliz como perro con dos colas.

De pronto TaeYong se encuentra viniendo hacia él y Mark se come la risa que intenta salir cada vez que su hyung actúa como un bad boy, pero sabe que van a tener una batalla improvisada y él no tiene la menor idea de por qué, si se suponía que eso lo harían Johny y YoonOh.

Pero nunca se niega.

Así que ese diss battle comienza y solo disfruta de las reacciones. TaeYong parece complacido. Cuando termina, Mark se permite a sí mismo mirar al chico de la esquina y un poco de su orgullo crece porque ahora está sonriendo, entretenido con la pelea.

Y todavía tiene que escucharme a mi solo, piensa Mark, repentinamente ansioso porque sea su turno.

No tiene idea de por qué estaba buscando impresiones al muchacho, pero no lo piensa mucho porque cuando está sobre el escenario él es pura pasión y sentimientos.

Claro, cuando se baje se sentirá ridículo. Pero disfruta del momento, de sentir la mirada del chico fija sobre él.

A diferencia de Chittaphon o YoonOh, a él no le gusta hacerse el lindo. Menos que menos llegaría a los extremos que llega Yuta de casi estar coqueteando con el público constantemente. Pero, por alguna razón, esa noche se siente de humor para lucir ese lado que pocas veces ha mostrado.

Cuando es su turno, casi salta al centro.

Cierra los ojos, siente el ritmo, es conciente de la mirada sobre él y sonríe apenas. Muestra eso en lo que ha estado trabajando pero con una intención distinta a lo usual. Camina de un lado a otro, a veces baila un poco y cuando está a punto de terminar se dirige hacia el lado izquierdo.

Se pone de cuclillas y las personas gritan. Pero él levanta la vista, hasta el chico de la esquina quien lo mira atentamente.

Mark guiña en su dirección y luego regresa al centro del escenario.