Desperté temprano, aún no salia el sol, y aún no regresaba a casa.
Salí de aquella habitación y comencé a caminar, ¡tenía que encontrar la manera de regresar a casa!.Regresé a el lugar donde había llegado, la cama de rosas, comencé a buscar cualquier cosa en ella y en sus alrededores.
Pero no encontré nada.
¿Ya no había manera de regresar?.— ¡Vamos! ¡Esta muy cerca! — escuche a alguien gritarle a otra persona.
Cerca de las rosas, había unos matorrales, me adentre en ellas y comencé a ver quienes eran.
Una chica, de cabello amarillo y ojos azules, tenia una capucha café y un vestido corto celeste con unas zapatillas del mismo color.
Y luego vi a otra chica, de cabello café con ojos del mismo color, con un vestido amarillo con flores rosas y zapatos de color café.— Ves, te dije que aquí era donde la vi. En la cama de flores. — dijo la pelicafe.
— Pero aquí no hay nadie Bell, además de que dijiste que eso fue ayer, de seguro ya se fue. — respondió la de ojos azules.
¿Estaban buscando a alguien?, ¿será a mi?, mmm lo dudo.
Intenté acercarme mas para poder escuchar su conversación más claramente, pero en un mal paso, caí del matorral y se dejó ver mi cabello.— ¡Oh!, ¿estas bien? — me dijo la pelicafe mientras extendia su mano hacia mi.
De manera amable, tome su mano y les di las gracias.
Mi vestido se había ensuciado, en realidad, todo se me había ensuciado; el cabello, el vestido, mis zapatos y parte de mi piel.— Pero mira como estas cariño, ven a mi casa. Te podrás bañar y estarás con mejores ropas. — me ofreció ropas, ducha y comida la pelicafe, amablemente, acepté su oferta, cuando salí de la casa de los niños no comí nada.
Caminamos por todo el pueblo, o bueno, lo que yo conocía, el cual, era poco.
Llegué a una pequeña casa de madera, que a pesar de que se notaba que era un poco vieja, era realmente hermosa, ya que tenia varias flores a su alrededor y en las paredes de ésta.Me dejó entrar a su casa, me dejó ducharme y me dio una de sus ropas, para al final, darme de comer una sopa con un poco de pan y jugo de naranja.
— ¿Por que me ofreces alimento y vestimenta? — le pregunté, mientras que su amiga de cabello amarillo estaba sentada a su lado, observando como comía.
— Bueno pues, parecía que lo necesitabas. Y bien, ¿me dirás como te llamas?
— Perdón... Me llamo Mayela, tengo 10 años.
— Ya veo, mucho gusto Mayela, soy Bella, pero me puedes decir Bell, y ella es Cenicienta. — se presentó y también a su amiga.
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Fantasy World [PAUSADA]
Fantasy¿Alguna vez quisiste saber como serian las princesas, príncipes y héroes de tus historias de fantasía, en un solo mundo? Acompaña a Mayela, una niña de 10 años de edad que es fanática de las películas de fantasía, que por un deseo de una estrella fu...