1 de septiembre del 2019
La voz de mi madre, de mi padre, de mi hermana y del doctor se van volviendo cada vez más lejanas y a su vez empiezo a escuchar una dulce, triste y confundida voz angelical, una voz solitaria, una voz que le pertenece a alguien que desconozco o, que tal vez conocí y ya no recuerde; alguien más que la medicina no me permite recordar.
"Recuerda mi voz"
Mis ojos se abren, como si las palabras pronunciadas por aquella voz fueran una orden, una orden que me hace recordar. Toco mi pecho, siento un extraño dolor ahí, un dolor que siento que he experimentado pero que no recuerdo haberlo tenido. Mi mirada busca algo diferente, algo que haya cambiado, observo las blancas paredes y cortinas, la puerta de un escalofriante, pero hermoso color negro, todo es igual, aún estoy encerrado ¿cómo terminé aquí? Esa es la pregunta de siempre, la pregunta que me atormenta; la pregunta cuya respuesta es: No lo recuerdo. El único recuerdo que tengo es su voz, su melancólica y dulce voz.
No siento el momento en el que una enfermera entra y me entrega mis pastillas, las observo un momento y luego dirijo mi mirada a la enfermera quién espera impaciente a que me las tome. Me pongo las pastillas en la boca y espero a que la enfermera salga, después las escupo y las dejo debajo de la almohada.
Me sobresalto al escuchar tres golpes, la puerta se abre y mis padres aparecen. Ellos empiezan a hablar, yo no escucho nada de lo que dicen, solo veo sus bocas moviéndose con cada palabra que pronuncian pero yo no puedo escuchar, en lugar de eso escucho la voz de mis sueños.
"Despierta"
Abro mis ojos y todo es confuso, me encuentro en mi habitación, en mi casa, observo a mi alrededor y ahí están mis padres y mi hermana. Cierro mis ojos y los abro nuevamente. Rizos color caoba, lo único que puedo ver, es una chica, mis oidos despiertan en el momento de escuchar su risa, una extraña risa, bella y escalofriante.
Me pongo de pie. Me apresuro a tocar esos rizos, los tomo y todo desaparece. Lo único que queda es el eco de su risa.
Todo es oscuro, la risa desaparece y da lugar a sus palabras.
"Te amo"
Abro mis ojos y los recuerdos llegan, llegan como la oscuridad de la noche, llegan como la cura de cada uno de mis delirios.
Y un escalofrio me recorre al tener ese pensamiento que siempre he querido que sea real, pero nunca lo pude conseguí; hasta ahora.
Te necesito recordar...
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Qui in memorias
ContoTus recuerdos son mis lágrimas, tus palabras mis delirios y tu sonrisa mi perdición. Me encuentro sumergido en ti, en tu recuerdo, en tu sonrisa en una fantasía de la que no puedo salir; ¡Oh pequeña, aléjame de esta fantasía que que me está volviend...