Cap. #1: El encuentro

27 1 0
                                    

Corría el año de 1820 cuando las pequeñas trillizas eran ya todas unas señoritas que en una fiesta de invitados despampanantes, su padre el duque Villerfort le concedió, tras muchos ruegos y suplicas, a las jovencitas el permiso para bailar con quien ellas quisieran.

Poco duraron las jovencitas en encontrar un pretendiente que les invitara a bailar.

La noche fue una velada mágica, todos se divertían y bailaban como nunca, sin duda esa noche seria inolvidable para la joven Sophia.

-¿Me concedería el enorme honor de bailar conmigo esta pieza señorita?-al mirar al joven Sophia sintió como el tiempo y su corazón se detenían.

Era el hombre más hermoso que había visto, con sus ojos marrones tan claros como la miel, una sonrisa que derretía las entrañas de las jóvenes, y ese físico atletico y elegante, si, era el ser más bello que hubiese visto en su vida.

-Solo si me dice vuestro nombre caballero-dijo con una radiante sonrisa. El joven sonrió de nuevo, Dios casi me desmayaba.

-soy Royer, Royer Lebon, es un placer señorita...-dijo preguntando su nombre con cierta esperanza en su tono

-Sophia Villerfort, encantada-el tomo la mano que ella le tendía y condujo a la joven con gran agilidad entre la multitud.

En la mitad del salón, allí,  juntos empezaron a moverse suavemente, como si llevasen años practicando, en perfecta síncrona mientras conversaban de manera alegre tratando de conocerse mejor, bailaron toda la noche absortos el uno en el otro. Ajenos totalmente de las miradas envenenadas de las demás jóvenes hacia Sophia y de las envidias que despertaban Royer en los demás  jóvenes de rostros tensos por el pinchazo de los celos, eran, ambos los chicos soñados, espécimenes perfectos de cada género.

Eran el uno para el otro.

Pero nadie sospechaba de aquella mirada juvenil y hermosa de una joven que contenía su furia, furia contra mi y era menos la sospecha del desquiciado y terrible plan que la joven empezaba a crear, estaba colérica. Como podía Sophia llegar y arrebatarle el sueño de una vida. Y como podía Royer no tomarla en cuenta a ella, nadie la rechazaba, nadie nunca la rechazaba, y ella siempre tenía pretendientes, solo ella "debía"tener pretendientes, ella siempre lo tenía todo y a todos. Pero ahora llegaba Sophia y le arrebataba lo único que en realidad deseaba, esto no se quedaría así, ella encontraría la manera de que Royer fuese suyo o de nadie más. Los celos de la chica llegarían a los extremos de ser necesario y Sophia pagaría las consecuencias de su atrevimiento,  aunque se le fuese la vida en ello.

Sin embargo, nuestra pequeña arrogante no se conformo con solo mirar, fue invitada a bailar por jóvenes igual de atractivos e importantes, pero la pequeña y ambiciosa joven quería al más guapo, al más rico.

suerte de hermanas.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora