La fiesta.
Me tomó del brazo, y me cinchó hasta el salón comedor.
Allí nos esperaba esa persona de nuevo, con el mismo atuendo negro envolviéndolo.
-Bien -comenzó- Lo que harán aquí es lo siguiente. A esta fiesta concurrirán dos personas muy importantes, que desean “adoptar” a una pareja joven, para luego dejarles su fortuna, al ellos no tener herederos. Ustedes pretenderán ser novios, para que se fijen en ustedes y puedan quitarles su dinero.
Lo miré estupefacta. ¿Enserio él creía que yo iba a ser novia de Jamie solo por que me lo pidiera? No, y mucho menos si el propósito era sacarle dinero a gente inocente.
'Espera, míralo de otra manera. No tienes opción. O haces eso, o te afrontas a las consecuencias. Y no creo que sea la mejor idea.Eso me estaba convenciendo.
No me dieron más tiempo para pensar, ya que el rubio me sacó del salón, y me llevó hasta una terraza que había afuera.
-Mira, sé que no estás muy a gusto con la situación, pero solamente debemos pretender cuando ellos estén cerca. No debes besarme ni nada por el estilo si no quieres. No es una situación muy cómoda para mi tampoco, pero temo que si no lo hacemos, nos castiguen a los dos.- por una vez, sentí que su mirada era sincera.
-Tienes razón.- lo miré- Vamos. Terminemos con esto de una vez.
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Ya dentro de la fiesta, había muchas personas, y todavía no nos encontrábamos a los supuestos “benefactores”.
Todos bailaban y reían, y yo solo tomaba agua en la esquina más oscura de la habitación.
'Si la gente supiera todo el escenario que es esto, y todo lo que hay escondido detrás...'
Alguien toca mi espalda, y al creer que era Antonio, me di la vuelta.
Para mi sorpresa, me encontré con un chico algo más alto que yo, de cabello azabache, y con grandes ojos cafés. Tenía una cara muy bonita.
-Hola- a kilómetros de distancia, se notaba que estaba borracho.
-Hola.- Intenté sonar cortés, a sabiendas de que debía estar alerta por cualquier situación incómoda que se me presentara.
-Mmm- se puso al lado de mi cuello- hueles bien-comenzó a besarme el cuello, y yo lo quité.
A los pocos minutos, vislumbré a Jamie viniendo en nuestra dirección, y de algún modo me sentí segura.
-¡Hey tú!- Interrumpió- Déjala en paz.- parecía furioso, como si el momento lo hubiera puesto celoso.
-¿Y tú qué, estúpido? Nadie estaba hablando contigo- quiso continuar besándome, pero de pronto la mano del rubio estaba apoyada sobre la solapa de su saco, y le atestó un puñetazo.
La gente dejó lo que estaba haciendo, para voltear se a ver lo sucedido.
El chico lentamente se alejó, y yo suspiré aliviada.
Le hice señas a Jamie, para que me siguiera afuera. Ya allí, le solté mi catarata de protestas.
-¿Pero qué te ha sucedido? ¿Cómo vas a pegarle así a alguien en una fiesta como esta? Todos nos observan. Mira, ¿y si hubieran estado nuestros benefactores aquí? ¿Sabes la imagen que se habrían llevado de ti?- estaba muy alterada en ese momento, no quería ser castigada por una estupidez suya.
-Tranquilízate- él parecía no estar afectado en lo absoluto.- Nuestros benefactores acaban de llegar- acto seguido, señaló a unos señores parados en el centro del cuarto, hablando entretenida-mente con otra pareja.
-Bien- prosiguió- ahora vamos a conocer al señor y la señora Jhonson- Me tomó de la cintura, y al hacerlo, sentí una pequeña descarga eléctrica enviada por todo mi cuerpo.