Capítulo 15

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– Perdón creo que escuche mal ¿Qué quieres hacer? – quería estar tranquila, no quería alterarme, pero en que solo me nombrara a su madre me enojaba, esa mujer le había hecho mucho daño, por culpa de ella hora no podía ver a su hermana ni tener una vida normal.

– Quiero ir a ver a mi mamá – golpe la mesa y me levante de la silla totalmente molesta por lo que quería hacer, no lo podía creer, ¿Después de todo lo que le había hecho? Como aun así quería ir a verla.

– Quieres ir a ver a una persona que te vendió por su propio bienestar – estaba muy enoja, pero seguía tratando de no gritarle no quería empeorar más la situación, aunque sé que si seguimos hablando de este tema me alterare más de lo que ya estoy.

– Si sé que me vendió, pero es mi mamá y quiero ver a mi hermana – podía notar nostalgia en su voz – extraño mucho a Yael – dijo bajando su voz y su mirada, yo creo que podía entender a cierta medida sus ganas de ver a Yael, ya que yo las extrañaba mucho a ambas al irme de casa, cuando uno quiere a alguien es muy difícil mantenerse alejado.

– Sé que extrañas a tu hermana, pero no te dejare salir, no te pondré en riesgo – cuando dije eso me vio directo a los ojos, ahora estaba un poco más tranquila al escuchar hablar de mi prima, yo también la extrañaba mucho pero no podía ir al continente y ponerme en riesgo, tengo que controlarme y ver cuáles son mis prioridades.

– No porque tu mamá y tu hermano sean un asco me vas a prohibir ir a ver a la mía – ahora si me enoje, no puedo creer que haya dicho eso, Kara sabía que yo no le prohibía ir a Chile por mis rencores a mi familia, solo quería protegerla, ¿Por qué se comportaba como una niña de pronto?

– ¡Entiende que no lo hago por ser egoísta, lo hago para protegerte, es tan difícil entender eso Kara! – me enoje bastante cuando me dijo eso, yo no era egoísta solo la quiero proteger de los riesgos que tiene ser una fugitiva – Eres una tonta si piensas que cuando vayas a tu casa tu mamá te va a recibir con los brazos abiertos, ella te va a recibir con un grupo de policías y tu sola no vas a ser nada, ¡ya que no eres capaz de matar a nadie!

– ¿Quién hablo de matar? – se notaba extrañada ante mi último comentario, pero yo sabía que si iba y su madre le tendía una trampa ella no haría nada y se la llevarían presa sin ningún problema, no iba a luchar.

– Si quieres sobrevivir en este mundo de mierda tendrás que aprender a matar quieras o no – ella se asombró mucho ante lo que dije – Ahora sale, este tema no se va a seguir discutiendo, no te dejare ir a Chile para ver a tu madre y no se discute más – ella solo me miro de mala forma para después irse.

Luego de esa conversación decidí salir un poco al exterior del refugio, necesitaba tomar aire fresco, decidí irme cerca de la costa para ver el mar. Kara no sabía, pero yo también quería volver a Chile, no con mi familia pero si a mi país, no es reconfortante estar escondido, no poder ser tu sin que te juzguen o que te llamen monstruo como nos pasaba a nosotros, creo que en el fondo sentía un poco de envidia por Kara, tener una familia, como he dicho la única persona en mi familia que me mostraba cariño era mi padre, él siempre me apoyaba en todo, siempre estaba hay para mí, él siempre me protegía de los malos comentarios de mi madre, de David y el resto de mi familia; nosotros siempre salíamos a comer juntos, con él me podía reír día y noche, con él podía ser yo, pero cuando murió todo eso se acabó, puse una barrera que impedía que cualquiera pudiera entrar a ella, hasta que llego Marcus. Cuando mi padre murió sufrí mucho, lloré por semanas y no salí de mi cuarto por casi dos meses, solo salía para comer e ir al colegio, pero para nada más. Todos los días me acordaba de mi padre, de aquella hermosa luz que un día tuve y que tanto pude disfrutar.

Los Kinesis(1°LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora