CAPÍTULO CINCO

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  Mientras tanto la pequeña Eun se acomodaba en el sillón,
bajo el escrutinio de Jongin.

  Él hizo lo mismo, acomodandose a un lado de ella. La niña lo observaba pues creía que
lo había visto en alguna parte. Cuando llegó traía
consigo un morralito y ya
sentados se dispuso a buscar en el. Al encontrar
lo que buscaba; le pregunto a Jongin.

- ¿Usted sabe guardar secretos?

- Por supuesto que si.

- Entonces, ¿puedo contarle uno?- se lo dijo susurrandole en el oído.

  Jongin estaba tan emocionado de estar con esa pequeña pues era la hija del hombre que ama y esque  es tan hermosa como su papi, pensaba él ,
además de que le impactaba lo inteligente que era.

-¡Claro, confia en mi!

- shshsh, no se le olvide que es secreto.

- A, si- le contesto en un susurro.

  Ella sacó una foto de su mochila y se la enseño ;
acercándose a él comenzó a decirle en su oído- papi
no sabe que yo la tengo-.

-Mmm, ¿y quien es?- aunque obviamente al verla deducia quien era.

- Un día papi Soo, le dijo a la tia Chae Rim, que el de la foto era mi verdadero papá. Ellos nunca se dieron cuenta que yo estaba jugando en el cuarto de papi y cuando oí
que entraban corrí a esconderme tras la cortina y desde ahí vi como mi papi sacaba una cajita y le enseñaba la foto de mi verdadero papá a tia Chae. Cuando se salieron yo saqué la cajita y guarde la foto en mi morral, papi no
quiere que  yo sepa la verdad, pues dice que papá no nos quiere y dijo llorando que lo había lastimado mucho y que nunca lo perdonaría. Te pareces a mi papá. 

  El impacto fue demoledor pues nunca pensó que tendría una preciosa niña como hija, además de que
no sabía cual era el supuesto daño que según
le había provocado a Kyungsoo, ¿era por eso que lo trataba con tal indiferencia y tanto odio? .
Sin duda tendría que aclarar muchas cosas con Kyungsoo.

  Abrazó a la niña con mucho amor y ternura;
pactaron guardar el secreto con un roce de nariz, prometiendo que si alguno de los dos rompía el trató se llevaría una ronda de cosquillas en la panza. Después de permanecer abrazando a la pequeña por un buen tiempo, se dispusieron a jugar a las escondidas, a corretearse; todo era risas y diversión, hasta que Eun
se cansó y terminó por quedarse dormida. Kai se
acostó en el sillón con la pequeña sobre su pecho y así ambos se quedaron dormidos.

LO PASADO, PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora