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Pov. Jungkook
El lugar a donde llegamos es muy bonito, es como si esto fuera sacado de aquellas películas, todo parece tan irreal. Lo único que no me gusta es esto que traigo puesto, es demasiado incómodo, sobre todo me hace sudar, y pesa no mucho pero nunca use una de estas cosas, pero todos los chicos vienen con una igual, incluso Yoongi y mo se está quejando. En fin solo lo hago porque Tae dice que es por seguridad.
En este lugar se sienten muchas presencia buenas, pero la que más reconozco es la de Rose, también hay un aura muy noble, se parece mucho a la de Tae, y otra que es imponente, fuerte, seguro, pero también es noble. Por otro lado cerca dé esta la presencia alguien como yo, tal vez sea esa persona que dice Tae.
—¿kook, estás bien? Te vez pálido
—si, Tae, tranquilo
—de acuerdo... Kookie, por favor, no hagas caso a lo que diga mi madre, algun mal comentario o algo al respecto
—no te preocupes...
Los pensamientos de los chicos son de felicidad, todos, eso en parte me tranquiliza, pero el que me preocupa es Tae, no se ve del todo contento.
—hijo
Tae se bajo del caballo y se acerco a su padre quien lo recibió con un abrazo y una sonrisa. Después se separaron y aquella hermosa mujer también se acercó par abrazarlo.
—bebé... Mi niño, te he extrañado mucho
—yo a ti mamá
Los ojos de la señora se posaron en mi. Sentí miedo en el momento que no separó su mirda se la mía, ella piensa que yo soy el culpable de que su hijo los dejará, que yo no merezco el amor de Tae, que no merezco tenerlo a mi lado.
—mamá... Deja de ver a Jungkook de esa manera.
Ambos se separaron, en ese momento su padre, y aquel chico me observan sorprendidos.
—te dije que vendría con él
—ya sabes lo que pienso Taehyung
—y él también, te lo aseguró
—padre
—bienvenido Jungkook, ustedes también chicos, Jiminnie, estoy seguro que tu madre será feliz de verte
—espero lo mismo
—Jungkook... Eres idéntico a tu papá, ven conmigo quiero mostrarte algo
—¿p-puedo?
—por supuesto, hijo, ayúdalo con eso
Tae regreso conmigo, y me ayudo a bajar del caballo y me quitó aquella armadura. Realmente me sentí ligero y menos pesado. No entiendo como es que siguen usando esas cosas.
