Cuando el grupo LEX viaja a Corea del Sur por un concurso, jamás se imaginaron las consecuencias que tendría su estancia allí. Ahora, dos años más tarde, las chicas vuelven a coger un avión por el mismo motivo que tiempo atrás. Y aunque todo es como...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fue entonces, después de acabar la canción de Uh─ee cuando Vee reparó en el sofá y vió esa imagen tan tierna y de una familia unida que no pudo contenerse en hacer una foto. Dejó el micrófono en la mesa, corrió hacia la barra del minibar que había en la sala donde en una de sus idas y venidas había dejado allí el móvil y lo desbloqueó con mucho arte poniendo la cámara.
─¿Qué haces?─ preguntó la mayor curiosa.
─No ves esta adorable escena... No pienso dejar esta oportunidad para hacer una foto y así, ya tengo chantaje contra Xia por si algún momento lo necesito, vamos, como matar dos pájaros de un tiro.
─Mira que eres diabólica a veces he...
─Nah, que va. Sólo lo hago porque la quiero y porque, al ser mi OTP puedo hacerlo. ─ Vee guardó la foto en el teléfono y todos se empezaron a acercar alrededor de la feliz familia mientras empezaban con silbidos y a decir cosas sin sentido. Minwoo se despertó y acabó despertando a los otros dos que casi les da un infarto al ver a tanta gente a su alrededor.
Ninguno entendía porque los demás se comportaban de esa manera hasta que se dieron cuenta en la postura en la que estaban los dos durmiendo. Xia se avergonzó de inmediato y su cara se tiñó de rosa mientras volvía a sentarse recta en el sofa, Suga se rascó la nuca y se levantó de golpe. Mientras tanto Minwoo había vuelto a los brazos de Vee donde se durmió casi de inmediato en ellos.
─Rapmon, tienes un niño muy dormilón─afirmó Vee colocando bien al pequeño para que no se cayera.
─Es igual a su primo...─dijo Jimin y acto seguido recibió una colleja en la nuca del líder de su grupo. Éste se quejó pero no dijo nada más y todos los presentes rieron de nuevo.
Pocos minutos después ya estaban a punto de entrar en el coche de siete plazas que la empresa le permite a BTS sacar en sus ratos libres. Aunque no es el mejor y, ni siguiera el último modelo de la gama, estaba bastante equipado.
─Bien chicos, os toca apañaos para los asientos. Yo suerte que conduzco porque...─no le dió tiempo a acabar al mayor de todos cuando cuatro voces de chicas gritaron a la misma vez un «¡NOOO!» a pleno pulmón.
Todos voltearon a verlas sorprendidos y Lissy prosiguió a hablar.
─Que Jin no conduzca porque si no, no llegamos vivos a casa.
─Si por favor, no quiero que acabemos estampados en los cartones.
─O contra una farola que es peor.
─Venga chicas, relajaos.─La líder por suerte tenía dos dedos de frente o eso es lo que pensaron los chicos.
Gran error pensar eso.
─Yo me apuesto la paga que acabará atropellando a un gato y saldremos volando por los aires del volantazo que meterá.─ las palabras de Xia hicieron que todos se sorprendieran, incluso sus compañeras que, aunque estaban acostumbradas a sus salidas jamás se imaginarían que diría algo así.
