No sólo me sentía cautivado por su belleza y sensualidad. Esas cualidades las posee cualquier mujer en esta tierra. Eran más atrayentes su voz melódica, su fuerza y valor. Tardé en comprender que no era amor lo que sentía. Fui atrapado por el hechizo de una vil traicionera.
— Tormentosa pasión, Nathaniel Proulx.La música retumba en mis oídos y las luces que provienen de la pista, me marean. Nicholas llega hasta mí con un jugo de naranja y se sienta en el sillón de terciopelo rojo. Miro mis pies porque no me atrevo a mirarlo a la cara después de todo lo que pasó con Frederick, tengo miedo que tenga una sonrisa burlona y me diga "te lo dije, cabeza hueca".
—Bebe, te sentirás mejor —me informa, pero suena como una leve orden que me hace despertar de aquella terrible pesadilla en la que soy presa de los brazos de Frederick.
Tomo el vaso en forma de tubo y muevo el líquido naranja artificial. Me concentro en mirar el cilindro de plástico para no enfrentarme a los ojos de Nicholas y bebo un pequeño sorbo cuando siento el nudo en la garganta.
—¿Te hizo algo? —pregunta y puedo sentir que está incómodo al hablar sobre la situación con Frederick.
Niego con la cabeza y un escalofrío me recorre la espina dorsal cuando recuerdo sus manos en mi trasero, amasándolo como si fuera plastilina. La vista se me nubla al instante y Nicholas me saca el paquete de pañuelos descartables de las manos y agarra uno para ofrecérmelo. Lo miro con ojos desorbitados y lo acepto temblorosa, comienzo a sonarme la nariz de manera sonora y sé que en estos momentos es roja como la de un payaso, pero por suerte la luz es tenue.
—Me voy a asegurar que no se te vuelva a acercar —informa y contengo la respiración cuando acaricia un mechón de mi cabello. Es una caricia delicada, inofensiva y placentera, pero no puedo evitar imaginarme que son las manos de Frederick.
Nos quedamos en silencio por varios minutos, la música hace de relleno entre nosotros, pasa de tecno a latino y luego se va haciendo cada vez más lenta. Cuando comienza a sonar una melodía envolvente, cálida y seductora, me siento incómoda. Noto por primera vez que Nicholas ha estado muy cerca desde que nos sentamos en el sillón. Mis ojos se concentran en el palco vip y me doy cuenta que es como lo imaginaba, incluso más privado de lo que pensaba. Hay varias parejas en los reservados y no les importa que las cortinas estén corridas o que alguien pueda verlos en un momento muy íntimo, aunque ninguno está sin ropa, el erotismo está en el aire. Alejo mis ojos de esas escenas no apta para menores y me concentro en la barra exclusiva, como si los del vip no quisieran pedir bebidas con la gente mundana que está en la pista. Los que no están en los reservados, se encuentran sentados en los juegos de sillones de terciopelo. En las mesitas de vidrio negro hay ceniceros con habanos y muchas copas, como si los vasos cilíndricos solo fueran para los pobres como nosotros. Observo a Nicholas y me doy cuenta que éste es su mundo, repleto de gente elitista que se cree superior por tener más dinero que alguien. Como mi madre, pienso asqueada y me doy cuenta que podrían ser la pareja perfecta. Ella puede ser mejor esposa trofeo que yo, porque a mi madre no le importa que la ofrezcan como pedazo de carne si tiene la cuenta bancaria llena.
Borro de mi mente cualquier pensamiento negativo y me dedico a escuchar la música, pensando en cómo volver con mis amigas sin que Nicholas me diga que me acompañará hasta al baño. Entonces mi cerebro recuerda lo que me dijo Natalie esta tarde sobre Nicholas y una misteriosa chica que estaba con él. Me muerdo la lengua para no preguntarle sobre la chica sin nombre y no es que esté celosa, sino que me molesta que él pueda tener sus ligues y yo no, aunque los míos sean unos idiotas.
—¿Tienes novia? —pregunto de repente pero casual, para que no se dé cuenta que quiero averiguar sobre la mujer que lo acompañaba. Busca en el diccionario la palabra casual, Dylan, me reprendo.
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Mi problema favorito #1 [EN EDICIÓN]
Dragoste[COMPLETA. Continúa en Mi problema es amarte] Dylan Hall: sinónimo de problemas. Nicholas Petrov: sinónimo de peligro. ¿Qué podría salir mal cuando esta joven caiga en manos de un hombre como él? Nicholas tiene como único objetivo protegerla y ell...