De vuelta a la Ciudad

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CAPITULO I

Después de varios años  viviendo con mi padre y su nueva familia, he vuelto a la vieja ciudad, donde algunas cosas han cambiado, entre ellas mi madre, ella se volvió a casar; - (OMG, ok; si, la familia ha crecido), tengo 3 hermanastros y hasta un perro nuevo. Mi hermano y yo decidimos vivir de nuevo con mi madre después de tantos años, en el pasado decidimos irnos con nuestro padre, porque cuando estuvieron en pleno divorcio nos dimos cuenta que era lo mejor para nosotros y definitivamente teníamos la necesidad de estar con él, a pesar que mi padre perdió la custodia de en ese entonces sus únicos dos hijos, mi hermano y yo pequeños hablamos con mamá y tomamos la delicada decisión de irnos con él por encima de todo, hasta de lo que dicto un juez y de la irrefutable decisión de nuestra madre.

Hoy día, ahora la vieja ciudad está innovada, el sector donde crecimos, nuestra casa, las casas de los vecinos, nuevos centros comerciales, entre tantas cosas más... tantos recuerdos al vivir con mis padres cuando aun estaban casados, y que ya no es lo mismo, entre tanto y nada algo quedo intacto, las viejas amistades, el tiempo paso por nosotros pero, todo lo vivido seguía ahí, los recuerdos venían por segundo, como si se estuviera viviendo pero en cámara lenta.

Volviendo de donde vivía, bajándome del auto de mi padre con mi hermano,  me tropecé con el mejor amigo de la infancia de él, el mejor y único e inolvidable amigo de mi hermano, era Javier, como olvidarle, nos criamos juntos, forma parte de mi familia, somos primos de corazón, vivimos tantas cosas los tres en la infancia que aun las recuerdo como si fuera ayer.

Al mirarnos después de aquel tropezón intencional me miro y me dijo: - como estas Sofí? Enseguida al mirarlo mi único gesto facial, fue un disgusto y claro, no podía faltar ese toque amargo de sofia bravo, y pues le salude con unos malos ojos, (risas).. No me pueden refutar nada, todos cambiamos en algún momento y yo lo hice en el tiempo que viví con mi padre, ya no era la misma, era un poco mas reservada, más tímida, más sería, si todos supieran en como evoluciono mi pre adolescencia allá se murieran en risas, somos niños hasta que crecemos y podemos ser igual de bipolares hasta que nos toque cambiar, ya saben ese amado fundamento que a los mayores les encanta que tengan sus hijos. 

Me sentí extraña de volver, a donde por voluntad propia un día decidí irme, dejar todo sin mirar atrás, mis amigos, mi infancia, mi madre, abuelos y toda mi vida hasta ese momento, nunca paso por mi mente volver, pero estaba feliz, aunque confieso que echaría de menos a mi padre y a mis hermanos, esos que cargue en brazos, vi crecer, llorar y jugar...

Al entrar a casa camine hacia mi viejo cuarto, guardando mis maletas, agotada del viaje descanse un rato.

Mas tarde, mi hermano no se tardo tanto, cuando al atardecer volvió a casa de su mejor amigo de la infancia, a recordar viejos tiempos, conversar de tantas cosas pasadas e insólitas y de su otra vida en casa de mi padre... entre tantas anécdotas una tras otra, surgió el tema de la secundaria donde íbamos a terminar los últimos años de estudio, pues a mi hermano le faltaban tres y a mi dos para luego ingresar a la universidad, entre tanto parlanchin, llegaron a la conclusión de que convencerían a papá y a mamá de estudiar en la secundaria que estudiaba Javier, pues mi hermano quería recuperar años que no pudo compartir con el y aja quien no lo haría?, siempre vas a querer pasar o estar en donde esta tu mejor amigo o no?...  yo me rehusaba pero, un día como si nada se concreto y se decidió que seguiriamos en la misma secundaria donde iba Javier...

... y fue entonces a partir de inscribirnos en la secundaria, donde empezaría esta historia. Mi historia, donde conocí el amor, donde tuve momentos alegres,  donde conocí nuevas amistades, donde reí , llore, donde comencé a experimentar los celos, la ira, el desamor, la desilusión y de donde obtuve una gran lección de vida y que marcaría el resto de ella también.

Antes de empezar mi historia dejare citado un texto que personas, muchas personas me lo decían, pero no fue hasta que,

 'Un día a la vez, que el tiempo de Dios es Perfecto'; y que al entender lo que significaba pude surgir de donde estuve tanto tiempo ahogada.

Me llamo Sofia Bravo así les invito a leer mi historia, que aunque no tiene un final feliz, prestando mucha atención, tampoco tendrá un final triste.

Esa niña soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora