Capitulo 1

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Era una fría mañana en Bluevalley. Solo había una persona en medio de la espesa niebla que lo cubría todo. Victoria era una chica de 16 años que vivía en una pequeña casucha en el extremo del pueblo y en el límite de un misterioso bosque. Victoria era persona de carácter rebelde, de gustos peculiares y apariencia extraña. Su principal afición era leer libros de fantasía, su apariencia era como las niñas de su edad, salvo por un pequeño detalle, su largo pelo de color rojo como el fuego. Por este defecto, las demás personas la apartaban, por eso ella se había acostumbrado a estar sola. Victoria no llegó a conocer a su madre, ya que cuando la tuvo a ella falleció, por eso se siente culpable de la muerte de su madre. De su padre nadie sabe nada, dicen que desapareció cuando ella era muy pequeña, y si todo esto no fuera poco, apenas recuerda cosas relacionadas con su infancia.
Victoria caminó calle abajo hasta llegar a su casa, pero antes de entrar, se detuvo para observar ese extraño bosque al que nadie se había atrevido a entrar por sus terroríficas historias que habían contado sobre este, aunque Victoria no se las creía. Mientras miraba el gran bosque que se alzaba imponente delante suyo, se puso a pensar en lo tanto que le atraía ese bosque, siempre que pasaba por delante de él, sentía una suave voz llamándole desde dentro. Sacudió levemente su cabeza y se dijo a sí misma - Solo es tu imaginación, no puede haber nadie dentro de ese bosque. - Siguió caminando hasta la puerta de entrada.

Cuando entró, le llegó un suave aroma a perfume de girasoles y romero, proveniente de su madre, más bien madrastra. Victoria vivía con su madrastra, la novia de su padre antes de desaparecer; y sus dos hermanastras mayores, Livian y Daphne. Todas ellas, la odiaban por el mismo motivo, su extraño color de pelo, Victoria vivía con ellas por obligación, esta era la única familia que le quedaba, ya que su padre y su madre se habían divorciado poco antes de nacer ella.
Victoria intentó hacer el menor ruido posible para poder pasar inadvertida, y así no alarmar a sus hermanas de que ella estaba en casa.
De repente, dos sombras pasaron por su lado y se posaron enfrente suya.
-¿Que haces "Manzanita"? - Preguntó Livian
- Te he dicho mil veces que no me llames "Manzanita". - Dijo Victoria con mucho odio.
- ¿ Y como quieres que te llamemos estúpida? - Dijo Daphne mientras que Livian soltaba una risa irritante
-  Dejadme en paz- Dijo Victoria mientras se giraba hacia la escalera.
- ¿Adonde crees que vas inútil? - Dijeron las dos hermanas a la vez mientras la cogían del brazo.
- ¡He dicho que me dejéis! - Dijo Victoria encarándose a ellas.
- No hace falta gritar, "Manzanita" - Dijo soltándola y pegándole un empujón que tiró a Victoria al suelo.
- ¡Ay! - Gritó ella al caer. Se levantó y subió corriendo las escaleras, entró a su cuarto y cerró la puerta con pestillo.
Se tumbó en la cama, lágrimas caían por sus mejillas, pero se obligó a ella misma a pararlas para no darles el privilegio a sus hermanas de verla llorar. Se prometió que todo iba a ir mejor a partir de ahora, ya que empezaba un nuevo curso  en una semana.
La semana pasó bastante rápido, aunque sus hermanas le parecían cada vez más odiosas, siempre se hacían las víctimas enfrente de su madrastra, o la ridiculizaban ante los amigos de estas, ya que ella no tenía amigos, nadie se había dignado a acercarse a una pelirroja. Llegó el día de ir a la escuela, se levantó antes que sus hermanas para no tener que ir con ellas, cogió su mochila con un estampado parecido al universo, y se dirigió hacia la salida. Estaba lloviendo bastante, así que sacó su paraguas de color verde botella y siguió caminando. No había nadie por las calles, así quse ella iba mucho más cómoda a esas horas que cuando había mucha gente, que a cada paso que ella daba se giraban. Cuando llegó a la escuela, decidió entrar directamente antes de que viniesen las demás personas y que ella se convirtiese en una nueva especie descubierta. Entró a la escuela y se dirigió a una de las dos escalinatas que llevaban al segundo piso, donde estaba la clase a la que se le asignó. De repente, sintió una presencia enfrente suya, pero era demasiado tarde para esquivarlo. Sintió como iba cayendo escaleras abajo, pero antes de que sintiera el suelo, una mano la cogió y la salvo de un buen batacazo. Se liberó de la mano rápidamente, y se disculpó apresuradamente sin mirarle a la cara.
-¡Lo siento mucho! - Y salió corriendo.
Entró en su clase y se sentó en el primer asiento que vio, y sacó su libro de la mochila. Esperó hasta que todo el mundo llegó, y el profesor entró en clase.
- Alumnos, bienvenidos a un nuevo año escolar, este año, tendremos un estudiante nuevo en clase. Os quiero presento a Jack.
Una voz respondió.
- Hola soy Jack y me gusta leer.
Victoria levantó sus ojos del libro para fijarse en el nuevo individuo.

LA CHICA DE FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora