Capitulo 7

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Victoria despertó al cabo de un rato. Su vista estaba borrosa aún, pero pudo distinguir a su alrededor unos árboles y el césped que lo cubría todo. Despejó su cabeza y se incorporó, lo primero que vio fue que estaba en medio de un bosque que no reconocía, aunque se parecía mucho al que había en su pueblo. Se puso en pie rápidamente, y se mareó un poco., se acercó a un árbol como pudo y se apoyó en él. Miró hacia el suelo y vio a los demás inconscientes, se acercó a Jack y lo zarandeó, pero no dio resultado. Hizo lo mismo con los demás y nadie reaccionó, así que decidió ir a investigar ella sola por el bosque. Ese bosque no podía haberlo visto en su vida, ya que se supone que estaban en otra dimensión a la suya, pero este le daba una sensación extraña, como si conociese ese bosque, además que este bosque le atraía tanto como el de su casa.
Caminó guiándose por sus instintos hasta que decidió que no tenía que alejarse más, se sentó en una roca a observar el oscuro manto que cubría todo el cielo. De repente salieron corriendo de entre los arbustos todos los demás.
- ¡¿Pero eres estúpida?!- Gritó Jack.
- Nos has asustado-nya. - Dijo Rose.
- ¡No puedes desaparecer así como así sin dejar rastro!- Gritó Logan enfadado, pocas veces se le veía así.
- ¡Tienes idea de lo que ha sido despertarme y no verte allí!- Chilló Nana.
- Perdón, os he intentado despertar pero...- Comenzó ella.
- ¡Ni peros ni ostias!- Cortó Jack.
- Cálmate Jack, ya sabemos que está bien. - Dijo Christian como siempre manteniendo la calma. Jack se giró enfurruñado sabiendo que no valía la pena discutir.
- Lo siento mucho, es verdad que os he intentado despertar pero no he podido, así que me he ido a explorar. - Explicó Victoria.
- Está bien, al menos ibas en dirección correcta, nos dirigimos hacia la escuela de magia mas conocida que hay, MagicFeels. - Dijo Logan, ya más tranquilo.
- Llegaremos en nada- Dijo Christian- Victoria, no te preocupes, es normal desmayarse en estos viajecitos, puede que sientas como si no hubieses ni comido ni dormido en tres días, pero en cuanto lleguemos allí te darán de comer y recuperarás las fuerzas.
- Vale, gracias- Agradeció ella.
Caminaron una media hora hasta que llegaron al instituto. Era un lugar precioso, a simple vista se podía apreciar una gran jardín, lujosas clases de cristal, varios pisos iluminados por luces inexistentes... Apenas se podía ver nada, pero era impresionante todo lo que si se veía. Victoria pensó que tenía un parecido increíble con los castillos de las historias de sus libros, era fantástico estar allí. Su cabeza se puso a maquinar todo, y de golpe se le borró la sonrisa de la cara.
CASTILLO GIGANTE, BUENO Y BONITO = NIÑOS RICOS.
"¡Mierda! Niños ricos no, serán todos los típicos mimados de sus padres y asquerosos creídos". Pensó ella.
Intentó disimular su decepción con una sonrisa, que a duras penas se notaba que era falsa. Se dirigieron hacia la gran verja que cubría la entrada y tocaron un botón que había oculto en la pared. Todos menos ella se acercaron y dieron sus nombres a través de una especie de altavoz, cuando acabaron de identificarse con casi todos sus dat9s personales (edad, nombre, poder, cargo, número de habitación...), la gran puerta de hierro se movió por arte de magia y dio lugar a un camino transparente, como si fuera agua. Atravesaron la puerta, que detrás de ellos se cerró, y comenzaron su camino por ese extraño sendero. Victoria no paraba de mirar hacia todos los lados curiosamente, con ganas de explorar todo eso y al mismo tiempo de alejarse de allí, esa escuela le daba a Victoria mucho respeto, era como si la intimidase. Ocultó su miedo y siguió caminando hasta que llegaron a unas escaleras que conducían a la entrada de esa gran escuela.
Cuando atravesaron la puerta principal llegaron a una especie de recibidor, había un mostrador muy amplio y sus laterales dos amplías escaleras. Se acercaron al mostrador y tocaron un timbre, esperaron un par de minutos hasta que una persona atravesase la pared y apareciese delante suyo como si nada.
Era una señora mayor, no muy alta, tenía el pelo gris tirando a blanco, los ojos marrones y la cara la tenía llena de arrugas que la hacían parecer más mayor de lo que era en realidad.
- ¿Qué queréis?- Preguntó desagradablemente- Se supone que el toque de queda fue hace una hora.
- Venimos de una misión especial agenciada por la directora Pumkins. - Contestó Christian.
- Denme sus identificaciones- Exigió ella.
-Christian.
- Jack
- Logan
- Rose
- Nana - Dijeron mientras le ofrecían sus tarjetas de identificación.
- Muy bien.- Contestó amargamente la señora.- ¿Y ella es...? - Preguntó alzando una ceja mientras se fijaba en su color de pelo. -Mmm... ¡Que curioso! Una pelirroja, no he visto una desde...
- ¡Bienvenidos!- Dijo otra mujer interrumpiendo a la anterior- Soy la señora Pumkins, directora de esta escuela. Ya puedes retirarte Susanne.
La señora del mostrador se retiró como había llegado, atravesando la pared. La recién llegada era una mujer alta, y apuesta, llevaba un traje de empresaria o abogada, que la hacía parecer más importante. Tenía el pelo recogido en un moño alto, de color marrón y daba la sensación de ser una persona amable.
- Espero que hayáis tenido un buen viaje hacia aquí- Dijo la directora.
- Si, sin ningún problema... - Contestó Nana con sarcasmo.
Victoria creía que sobraba en la conversación, por lo que decidió retirarse lentamente. Su plan iba bien hasta que la señora Pumkins se dio cuenta de su presencia.
- ¿Pero a quien tenemos aquí?- Preguntó ella dirigiéndose hacia Victoria.
- Hola, soy Victoria, mmm... un placer- Contestó ella.
- Ella es la chica de la misión que nos encargaron, es una maga- Dijo Logan.
-Ohhh! Bienvenida a ti también Victoria. Bien, ahora que ya nos conocemos todos, me gustaría hablar con vosotros a solas, en cuanto a ti, puedes ir instalándote en el tercer piso, la habitación 308, toma las llaves. El upfast está a la derecha, es una especie de elevador.- Dijo la señora Pumkins entregándole las llaves de la habitación.- Te esperamos en media hora para la cena.
- Gra... Gracias. - Agradeció la pelirroja rápidamente dirigiéndose hacia el upfast. Se subió a la plataforma y nada más estuvo encima de ella, empezó ha ascender rápidamente, frenó al llegar al tercer piso y ella bajó de allí y caminó por los largos pasillos de habitaciones. Llegó a la puerta 308 y abrió con la llave que se le había asignado, nada más entrar vio una amplia habitación donde había un gran sofá y una televisión en medio de la sala, el suelo estaba decorado por una alfombra. La sala de estar daba a un pasillo, donde habían cuatro puertas, cada una con un cartel into con un nombre. Nana, Rose, Olivia... ¡Victoria! Ahí estaba su habitación, pero necesitaba una identificaciónpara poder abrirla, así que volvió a la sala anterior, rebuscó por las estanterías hasta que la vio encima de la mesa, la cogió y comenzó a leerla. Allí ponía todos sus datos personales, había una foto suya, ponía su edad, tallas, color de ojos y pelo... Se dirigió de nuevo hacia su habitación y metió la tarjeta en un hueco que había a un lado de la puerta, esta empezó a ceder y se abrió. Dentro pudo observar una gran cama de agua de color morado, un gran armario y una puerta que llevaba a un baño gigante que incluía ducha, bañera, suelo caliente, tocador... Todo lo que pudiese imaginar. Se dio cuenta de que encima de la cama había una maleta, así que decidió ver lo que contenía, dentro descubrió sus pertenencias, a saber como habían llegado allí. Se pasó los siguientes veinte minutos colocando sus cosas, cuando salió de la habitación se topó con una chica de pelo verde muy oscuro saliendo de su habitación, era alta y llevaba unas gafas de color verde oliva que resaltaban sus ojos verde azulados.
- ¡Oh! Hola- Dijo Victoria.
- Hola, soy Olivia. - Contestó la chica.
- Hola, encantada, yo soy Victoria, y soy tu nueva compañera de habitación. - Contestó la pelirroja.
- Así que eres pelirroja... Bueno, no importa, encantada también. - Dijo Olivia.
- ¿No sabrás por casualidad donde se suele cenar? Es que me han dicho que me verían para la cena, pero se les ha olvidado darme indicaciones. - Preguntó Victoria.
- Claro, tienes que bajar al piso principal, ir hacia la recepción por las escaleras de la derecha, allí está el comedor, la otra escalera lleva a las clases.- Explicó Olivia a la pelirroja.
- Gracias- Agradeció Victoria mientras salía de la habitación rápidamente. Siguió las indicaciones de la chica y llegó al comedor, era una habitación enorme, con varias filas de mesas distribuidas por todo el espacio, pensándolo bien, se parecía bastante al "Gran comedor" de Harry Potter, pero actualizado.
Vio que estaban todos los demás conversando en la mesa del centro, se acercó hacia allí y se disculpó por haberse retrasado.
- Por fin-nya, estamos muertos de hambre-nya.- Dijo Rose.
- Lo siento, es que me he encontrado con una chica peliverde llamada Olivia. - Se excusó ella.
- Esta bien, no te preocupes- Dijo la directora Pumkins. - Mientras esperamos la comida, voy a ir explicándote como va exactamente este centro. Mañana empezarás las clases a las 8:00 de la mañana, el desayuno será a las 7:30. Mañana empezamos un nuevo año escolar, así que los alumnos ya están aquí preparados para mañana, han cenado un par de horas antes que nosotros, así que ahora tienen tiempo libre. Tu tienes los libros en tu taquilla, se encuentra en el pasillo de entrada a las clases, una vez empezada la clase, los dormitorios se cerrarán y estará totalmente prohibido el acceso salvo en caso de máxima importancia, no se volverán a abrir hasta las horas de descanso que se dejan durante el día. - Acabó de explicar mientras que servían la cena. Empezaron a comer tranquilamente y acabaron un poco tarde.
Victoria se dirigió a su habitación, pero la directora la detuvo para decirle un par de cosas más.
- Mañana te dirán el nivel de tu poder, no te dejes influenciar por los demás niños, son todos unos adolescentes hormonados. Buenas noches. - Dijo ella sonriendo amablemente y marchándose rápidamente.
- Si... Buenas noches. - Contestó la protagonista, dirigiéndose a su habitación.
Cuando se tumbó en su cama, se quedó dormida al instante, el siguiente día sabría que nivel de poder tenía. Sería un largo, largo día...

LA CHICA DE FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora