Tras el asesinato de su padre, Mikel Ángelo Carossi y su familia se ven obligados a dejar Italia.
Seis meses después, cuando las aguas parecían mas calmadas, una interesante pelirroja atraviesa las puertas de su pasteleria.
Por su situación Mik...
Todos se estaban preparando para enfrentar la amenaza.
Miko caminaba de un lado a otro deseando poder ser más que un simple humano
De miraba las manos vacías y anhelaba tener algo que mágicamente lo convirtiera si quiera en una mínima ayuda... Deseaba pedir ayuda a la misma fuerza militar de Italia ... Quería salvar a a Danna y así familia... Quería defenderla y si moría en el intento moriría feliz .
-Miko
De dió la vuelta para ver a Julián
-Es muy raro que yo diga esto pero... Tú me agradas
Miko suspiro pensando que era una broma
-Eres más que un simple humano
Miko no supo que decir simplemente negó y miró el suelo
Julián puso ambas manos en sus hombros
-A veces las piezas pequeñas son las que controlan toda la máquina ... Tienes más coraje que cualquier humano que haya podido conocer y quiero que sepas que le agradezco ala vida por darle a mi hija un compañero como tú
Dicho esto saco algo de detrás de su espalda y lo puso en las manos de Miko que ahora miraba a Julián cómo un niño a quien le regalan un juguete nuevo
Julián le sonrió amablemente antes de alejarse
-Hasme un favor y asegúrate de no darte un tiró tu mismo... Danna no me lo perdonaría.
Julián lo dejo mirando el arma como si fuera el diamante más grande del mundo
-¿Por qué hiciste eso?
Susurró Dayana una vez que se alejó de él
- Sabes que no puede matarlos con eso
- Mi madre la uso para matar a Mónica ¿Recuerdas?
-Eran balas de plata
-Exactamente
Dayana frunció el ceño
-¿Por qué tienes tú una pistola con balas de plata?
Julián le dedicó una sonrisa torcida
-Por si algún exnovio tuyo aparecía
Dayana puso los ojos en blanco
-Eres increíble
-Gracias
-Fastidioso
La tomó entre sus brazos y le dió un rápido beso
-Te amo
Suspiró sobre su cara
-No lo digas como si estuvieras despidiendote
Julián apoyo la cabeza sobre la de Dayana y se quedaron así el tiempo que les quedaba de tranquilidad
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