La tensión y la fragilidad se siente en el ambiente, a veces solo tengo ganas de llorar y otras simplemente tengo ganas de morir.
Cuando soy egoísta estoy mal, cuando soy compartido estoy mal, si en algún momento estoy mal, no siempre es por mi.
Las personas solo pensamos en nosotros mismos, nadie ve o vive en zapatos ajenos. Quien te diga esas palabras es mentira, nadie debería pensar en ser mejor que otro simplemente debería de pensar en lo que quiere.
Cuando las cosas no parecen lo que son, la búsqueda de las palabras correctas se quedan en el aire y el viento se las lleva.
La decepción y el placer se mezclan y empieza algo a lo que le llamamos culpa.
Si bien las personas somos catalogadas por nuestras acciones, entonces ¿quien mira y juzga?
Todo aquel que conoce una razón de tu existencia tiene en sus manos el poder de destruirte. Si las cosas no son como las planeamos, la mayoría de las veces un pensamiento negativo es lo único que queda.
"Estoy mal", "soy culpable", "siempre soy yo", "es mi carácter","no puedo hacerlo".
A veces simplemente cambiar las palabras hace la diferencia.
"Estoy bien", "No tengo la culpa", "esta bien ser así solo debo mejorar", "puedo hacerlo, aquí no se acaba el mundo".
La diferencia sensata la pone realmente quien nos rodea y lo mucho que nos puede llegar a afectar las palabras, depende de la boca de quien salgan.
Si meramente nos enfocamos en lo que somos nos daríamos cuenta de que somos un electrón en un inmenso universo y es que hay miles de millones de billones de diferencia en su tamaño. Y es que el universo no gira en torno a nosotros.Pero si con nosotros dentro de él.
Cuando nos afecta tanto nuestro pensamiento, nuestras metas y nuestros sueños se pueden hacer polvo, pequeñas partículas que cada día debemos de recoger como lágrimas derramadas.
Sabes, la lagrimas son una reacción de nuestro cuerpo,es el ojo tratando de reducir su estrés y su temperatura. Es como un sentimiento con acción propia.
No me hago de oídos sordos a las palabras que salen de la boca de alguien, pero duele cuando no confían en ti y simplemente te dan la espalda.
Entre lágrimas derramadas, las pequeñas acciones parecen estar en tu contra, tu cabeza traiciona y un impulso deja salir todo y simplemente una explosión sale, como si la contuvieras siempre. Y es que es normal sentir que... las palabras duelen tanto como las lagrimas.
Att.Lee Hisame Schmetterling
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Fragilidad
SpiritualLo profundo de los pensamientos humanos, lo que nos hace sentirnos personas, lo que somos, me pregunto si algún día entenderemos.