Polos Opuestos

Capitulo 4.

Narra Estrella.

Ya habíamos llegado ¿Estados Unidos?, creo que era estados unidos, el idioma que hablaban en mi interior me parecía Ingles y yo como no sé nada de eso, no entendía nada.

Mire de reojo a Jonathan, él no tenía una cara de buenos ánimos. Sigue enojado por lo que paso en el avión, me puse muy histérica, creo que hasta exagere de más.

Flashback.

Aruñaba el asiento donde me sentaba, estos nervios me estaban matando, estaba sudando y eso a mí no me gusta para nada, me levante y hay sique me puse mucho peor, el avión se removió exageradamente.

- ¡OH DIOS! No dejes que muera padre- lo dije en mi mente, para que nadie me oyera, ya que era de noche y algunas personas dormían.

Camine hacia el baño y entre, estaba tan mal que vomite en el lavamanos, me puse a cantar un rap de Redimi2.

- Si estás conmigo no hay de que tener, si estás conmigo, ¡oh!, si estás conmigo ¡oh!¡oh!... – a cada minuto que seguía y seguía repitiendo el coro de la canción, me sentía mejor. Salí del baño y me senté de nuevo, aún seguía un poco nerviosa y Jonathan no estaba a mi lado, pasaron 5 segundos y todo estaba oscuro, sentí que me tocaban el hombro -¡¡¡¡AHHHHH!!!!!! – Le di un puñetazo en la cara y el hombre cayo al suelo, me sentí extraña, encendieron las luces y vi que aquel hombre era ¡¡¡Jonathan!!!.

- ¡Maldición! – se sobaba la mejilla, estaba toda roja, todas las personas del avión estaba viendo la escena que estábamos formando.

Fin del flashback.

Mire al frente y una limusina negra estaba paqueada- este tipo sique derrocha dinero- dije en mis adentros, el me entro sin cuidado alguno y yo me queje de apoco, acoteje a Eva en mi regazo, la pobre tenía mucha hambre (y ni hablar de mi).

Mire por la ventana, todas las personas estaban metidas en sus propios asuntos, me sentí otra vez observada, mire a Jonathan, exacto, él era quien me miraba.

- ¿Sucede algo?- el solo me miraba, me estaba poniendo nervosa, volteé el rostro hacia la ventanilla pero, se veía el reflejo de sus ojos, me estaba comiendo con la mirada – Por favor, d-deja de mirarme -.

Despego sus ojo de mi cuerpo, pude ver que habíamos llegado a una mansión, se abrió la verja de la mansión y cuando se paró, me dijo que me apeara, así lo hice.

Nos acercamos a la puerta de la mansión y el la abrió, yo deje mis maletas en el suelo, nos dirigimos a la sala y se sentó en el sillón, se quitó la corbata y los se desabotono dos botones de su camisa.

- Siéntate – iba a hacer lo que me dijo pero, el me detuvo – En mi regazo- me sonroje pero, no se podía ver casi porque soy morena.

Me senté en su regazo y comencé a sentirme incomoda, había un control en la mesita y supuse que era del televisor, era casi el mismo cable que el mío. Comenzamos a ver una película llamada ¨la reencarnación¨, bueno creo que yo sola la estaba viendo, Jonathan estaba viéndome solo a mí.

Me removí (inocentemente) en su regazo y el me agarro de las caderas, yo no entendía nada, sus manos pasaron a mis piernas,me comenzó a sobar y me beso la nuca, ya veo que quiero pero, no estoy lista para eso.

¡¡¡¡Señor ayudameeee!!!!!

Al parecer me oyó, por la puerta de la sala, entro una chica bailando raro y atrás de ella dos más.

- ¡¡¡Mastúrbate en mi nombre!!! ¡Mastúrbate!- bailaba bien raro, pero sí puedo decir que movía la cadera bastante- Oye ¿Quién eres tú? Y ¿Qué haces con mi hermano?

- Inés, Leidi y Sharmin, ¿Cómo están? – se pare de su regazo y el siguió mi acción de mala gana.

- Estamos bien – respondió Inés y estaba a punto de hablar hasta que Jonathan me interrumpo.

- Ella es Estrella Gálvez se quedara aquí... para siempre- lo dijo muy serio, admiro esa seriedad de el.

- Cuanto años tienes- pregunto a lo que creo que se llama sharmin- Responde.

- 15 Años señorita- a todas se le abrieron la boca, menos a Jonathan, al parecer ya lo sabia, todas se tuvieron que ayudar a cerrarse la boca – ¿A-algún problema?- me cruce de brazos y alce una ceja.

- Nada solo que este hijo de puta... tiene 23 años, niña.

Solo mire a Jonathan y el me miro, sus ojos no transmitían nada, movio sus labios sin producir ninguna palabra y me dijo: ¨Hablaremos de esto muy Pronto¨.