Prólogo

1.1K 51 5
                                    

Aún recuerdo esa felicidad, la felicidad de estar solamente tú y yo; compartir la misma mirada, la complicidad o incluso las mismas villanías de siempre... y ahora míranos, yo suplicando porque regreses a mi lado. Había pasado tanto sin suplicar... debo decir que demasiado, para ser exactos; pensar que un momento pude tenerte en mis brazos, ver el amanecer bajo nuestra misma cama, expresar el amor que nos teníamos el uno al otro cada noche... recuerdo que una vez, después de hacer el amor me preguntaste si estaría bien seguir; lo nuestro era como una ruleta rusa, y así como yo no lo sabía... tu tampoco sabias tu condición.

Demencia me lo confirmo muchas veces, y yo nunca quise creerle... pensé que meramente era una de sus bromas; pero verte siempre tendido en la cama me causo un gran conflicto, verte como lentamente estabas más delgado y ya ni siquiera erguirte. Desaparecí por mucho tiempo, temía la solo idea de enamorarme más y perderte; cosa... cosa que esta pasando, y posiblemente tarde en recuperarme. Sabes... la primera vez que te vi sin la bolsa, pensaba que eras alguien que se iría de mi lado con tan solo unos días de haber empezado; me equivoque, tu siempre estuviste ahí, viéndome en mis altas y bajas... viendo como ante tus inventos, el mundo temblaba con solo decir mi nombre.

Sigo sin entender la razón del como ocurrió, recuerdo que mencionaste que fue algo sorpresivo y que estarías bien; te convertiste en un mentiroso a partir de ese dia, dia tras dia, y mes tras mes a pesar de decirte que lo dejaras, que lo sacaras de ti... me lo negabas, y afirmabas que estabas bien; tú crees que aparte de verte como empleado, ¿no te quería? Pude divisar el amanecer por mi ventana, y que dé igualmente la puerta comenzaba a abrirse; dirigí mi cabeza hacia la puerta, notando la melena verde de Demencia y la cual volví a dirigir a la ventana.

- Señor Black Hat, está todo listo... No quisiera despedirse, digo puede pasar cualquier cosa y si usted lo ama...

- No amo a nadie... no tengo un corazón, y no tengo a nadie; Flug se ira, y te aseguro que todos ustedes lo harán después.

- Aún existe una posibilidad que se salve Flug, no debe preocuparse; él es un gran doctor, que el podrá asistir...

- Asistir a su muerte, eso es lo que pasara; largo, no tengo tiempo para ti

- Si cambia de opinión, sabe dónde estaremos; ayudaremos a Flug en lo que pueda, aún está a tiempo de cambiar, señor.

- No voy a cambiar, acéptalo de una vez -mencione como un sutil murmullo-

Menciono por último antes de salir, por primera vez pude sentir un líquido caer entre mi mejilla; alzando la mano pude ver que era una lagrima, una de las que posiblemente Flug había tirado antes. Cerraba los ojos, imaginando un futuro lejos de él... lejos de todos los que habíamos formado por parte de la asociación; ¿Qué más se podía hacer? Vendí mi alma eternamente, y aun a pesar de que todo saliera bien... perdería a aquella persona que sabe cómo preparar mi café, sabe mis disgustos e incluso sabe cómo hacer un arma para aniquilar medio poblado. Ese "Parasito" debí de haber salido ya hacia un tiempo, incluso debió morir cuando saliera del cuerpo de Flug; acepto que fui un testarudo por no estar actualmente a su lado, pero... si Flug muriera, porque el parasito debería sobrevivir; cuando esto solamente, era entre nosotros dos...

Sabía que las horas pasaban, y que estas se volvían más eternas; había salido en busca de agua, pasando por el laboratorio de Flug... el cual se escuchaba movimiento, y gritos... perdón, alaridos por parte de él, podía sentir su dolor y que hacía ante su cuerpo. Recuerdo una vez que por un experimento él decidió lastimarse, tanto fue su ensañamiento que casi muere; con mis manos tuve que volverlo a ayudar a restaurar sus órganos, sin embargo... no creo que ahorita eso pase. Las posibilidades son una en mil que sobreviva, y el parásito diez de mil; aunque es desalentador los resultados para Flug, si el me dejara solo con ese parásito... lo mataría, así como mato a su cuidador. 

Between UsWhere stories live. Discover now