No quiero que me gustes. [JONGTAE]

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Capítulo 1.

Uno... dos...

Uno... dos...

Cada paso...

Uno... dos...

Uno... dos....

Cada giro...

Uno... dos...

Uno... dos...

Cada salto... Es un nuevo comienzo para mi... es un nuevo aprendizaje, es un nuevo salto para mi carrera.

-¡Eso! ¡Asi se hace Taemin! –me dijo mi profesor Jongin. Yo le sonreí y me detuve a tomar agua, sintiéndome agitado. -¡Muy bien! Ahora una vuelta más. ¡Vamos! Todos, fórmense de nuevo. –obedecimos y comenzamos a bailar en pareja, agarre a mi bailarina de la cintura y la ayudé a saltar, después seguimos girando sincronizados para terminar con la pose final, siendo acompañados de los aplausos de Jongin.

¡Oh! Olvidé mencionarlo, ¿Por qué menciono tanto el baile? Porque primero que todo, tomo clases de Ballet en la Academia nacional de Corea. Es mi último año, siempre quise especializarme en el baile y este año si todas las cosas salen bien y como lo planeo voy a poder tener mi título y poder recibirme, además de conseguir un contrato para poder seguir con mis sueños y trabajar de esto.

-¡Muy bien chicos! Que tengan un buen día y, sobre todo, prepárense para disfrutar de su festejo de bienvenida a tercer año, nos vemos esta noche.

-¡Gracias profesor! –escuché que dijeron todos y me uní a ellos. Fui directamente a buscar mi bolso y mi toalla y me sequé el sudor, despedí a mis compañeros y me fui a la habitación que compartía con mi compañero Kim Kibum, mi mejor amigo que en otras palabras es como mi madre. Realmente no miento cuando digo que se toma su papel de sobre protector muy en serio.

Abrí la puerta de nuestra habitación y lo vi fingir estar enfermo con un pañuelo en su frente.

-¿Y? ¿Cómo va esa enfermedad? –cerré la puerta.

-¡Shhh! ¡Callate! ¡Pueden escucharte! –me tiro un almohadón y yo reí, acercándome a él para agarrar el pañuelo que estaba seco.

-¡Kibum! Esto está completamente seco! ¿Crees que te creerá la directora si llega a verte así? –Kibum me miró con pánico y corrió al baño para mojar el pañuelo y así dejarlo en su frente, cerrando sus ojos. -¿Y ahora qué haces?

-Tengo que mantenerme alerta, si la directora llega a entrar de la nada debe verme como si estuviera en verdad enfermo. –yo seguí riendo y me quité el conjunto de ballet que llevaba para entrarme a bañar. –Dime que vendrás esta noche a nuestra fiesta.

-¡No puedo y lo sabías! –grité desde el baño.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Por el cumpleaños de Minho, te lo hice saber cómo hace dos semanas atrás Bummie. Hasta me has acompañado a ir a comprar su regalo y todo.

-Agh, ese idiota. –el pelirosa puso sus ojos en blanco.

-Resérvate los comentarios.

-Ya vas a ver qué vas a volver llorando, después no digas que no te lo advertí, pequeño.